Europa vive su ‘Tormenta Perfecta’ ante la crisis energética e inflacionaria que mantiene a su población con altas tarifas eléctricas, el aumento de precios en productos de primera necesidad, así como el cierre de algunas empresas, a lo que se suma el cambio climático, remarcó el economista Mario Alberto Campa Molina.
“Eso puede ser mala noticia en el sentido de que la van a sufrir… pero por otro lado quiere decir que se han dado condiciones muy adversas, que si algunas se empiezan a relajar, éstas podrían componerse poco a poco, lo que tenemos que empezar a comprender es que no podemos empezar a hacer planeación para un día soleado donde no haya vientos fuertes, o marea alta, también es parte de lo que debemos hacer, sobre todo si consideramos que puede ser más frecuente que con la crisis climática podamos ver situaciones atípicas”, expresó el especialista.
En exclusiva para Imagen del Golfo, el analista y politólogo señaló que de no existir una previsión para los meses de invierno, los costos energéticos se dispararían mucho más afectando a los bolsillos de los europeos, situación de la que México está distante al mantener su soberanía energética.
...de no existir una previsión para los meses de invierno, los costos energéticos se dispararían mucho más afectando a los bolsillos de los europeos, situación de la que México está distante al mantener su soberanía energética.
“En general Europa sí tiene una severa crisis energética, sabemos que después de la pandemia se encadenó un conflicto bélico en Ucrania, hubo una imposición de tarifas en Rusia… a eso hay que agregarle una ola de calor severa, que hace por ejemplo, que las hidroeléctricas generen menos electricidad; y luego en países como Reino Unido, incluso, se ha dado mala suerte, porque también ha habido rachas de viento desfavorable que han llevado a menor producción en ese tipo de energías, la verdad es que ha formado una especie de Tormenta Perfecta”, destacó.
CRISIS CLIMÁTICA, UN ENEMIGO LATENTE
Es preciso mencionar que en julio hubo una ola de calor de 10 días a consecuencia de la crisis climática que afectó a Portugal, Francia, Bélgica, Países Bajos, Reino Unido y España, siendo en este último donde se elevaron los precios de la energía eléctrica, a lo que se suma la escasez de gas natural, esto tras el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que ha llevado a paros programados o cierre de fábricas en Europa.
“En cuanto a las empresas, estamos viendo en Europa en estos momentos el cierre de algunas fábricas porque los costos de la electricidad y del gas se han disparado… algunos fabricantes de papel han tenido que cerrar y algunos días se han ido a la quiebra, todo eso es a raíz del incremento de precios y afortunadamente en México no estamos teniendo algo similar”, explicó.
Sin embargo, los efectos climáticos no sólo son visibles en las grandes potencias europeas, sino en las asiáticas como China, donde hay una sequía severa, incluso en América con Estados Unidos, California es una de las entidades afectadas.
“Estamos viendo no sólo en Europa, sino en varias partes del mundo los efectos de la crisis climática, la crisis climática lo que hace es que las temperaturas sean más extremas, que haya por ejemplo picos de calor más elevados o que los veranos se extiendan más, que llueva menos en ciertas regiones y todo eso está impactando en el suministro de electricidad… en otros casos las plantas de gas están teniendo problemas por los efectos de calor”, detalló.
SE AVIZORA INVIERNO DRÁSTICO
Se estima que el invierno sea más crudo en Europa de continuar la escasez de gas natural ante la negativa de Rusia para suministrarlo al resto de países, lo que provocaría especulación con los precios de la electricidad.
“Estamos viendo una situación extrema, que no sabemos qué va a pasar, porque en el invierno vamos a ver tarifas más altas, nuevo estrés a la red eléctrica, menor oferta por la cuestión rusa, entonces, por supuesto que hay muchos nubarrones en el horizonte… Europa ya prepara una intervención muy importante y muy amplia a nivel continental que incluirá topar ciertos precios en distintos niveles de la cadena de suministro, que implicaría disminuir ciertos subsidios a las energías renovables o darles un giro distinto a las fórmulas a las que se hace a la compra de energía”, puntualizó.
Estamos viendo una situación extrema, que no sabemos qué va a pasar, porque en el invierno vamos a ver tarifas más altas, nuevo estrés a la red eléctrica, menor oferta por la cuestión rusa, entonces, por supuesto que hay muchos nubarrones en el horizonte…
En el caso de Francia se replantea el papel del sector público, siendo esta de las pocas naciones europeas con un sector energético fuerte que ha tenido poco incremento de sus tarifas eléctricas, a comparación del Reino Unido, donde es privado.
“Es delicado tratar al sector energético y eléctrico como si fuera un mercado más, como si fuera, por ejemplo, tortillerías donde al consumidor si no le gusta una va a dos cuadras y camina a otra, no es así… son horizontes de inversión más largos, hay una transición energética que se tiene que hacer, hay regulaciones a veces complicadas, es un tema que no se puede tratar como cualquier otro”, remarcó Mario Campa.
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