En los próximos cinco años, se espera que los avances en inteligencia artificial (IA) y automatización provoquen una importante transformación en el mercado laboral.
Mientras que ciertos sectores tecnológicos verán un auge en la creación de nuevos puestos de trabajo, otros, especialmente aquellos que dependen de tareas repetitivas o que pueden ser fácilmente automatizadas, experimentarán un crecimiento mucho más lento.
Según un reciente informe del Foro Económico Mundial, empleos como cajeros, capturistas de datos, asistentes administrativos y trabajadores de fábricas se encuentran entre los más vulnerables al estancamiento o la reducción en su demanda.
Esto se debe principalmente a la creciente adopción de tecnologías automatizadas, capaces de realizar tareas que anteriormente requerían de la intervención humana, de manera más rápida y eficiente.
Los cajeros, por ejemplo, se ven amenazados por el auge de los sistemas de autoservicio y los pagos digitales, que permiten a los consumidores completar transacciones sin asistencia humana.
De igual forma, los capturistas de datos, cuyo trabajo involucra la transcripción de información de un formato a otro, están siendo reemplazados por software de reconocimiento óptico de caracteres y otros sistemas inteligentes que pueden procesar grandes volúmenes de datos con mayor precisión.
Otro ejemplo son los asistentes legales, que ven una disminución en la demanda debido a herramientas de IA que ayudan a analizar documentos legales de manera rápida y precisa, reduciendo la necesidad de intervención humana en tareas como la revisión de contratos.
A pesar de que estos empleos sufrirán una desaceleración, no significa que desaparecerán por completo, pero sí evidencia la necesidad de que los trabajadores se adapten a los cambios tecnológicos. La adquisición de nuevas habilidades digitales y la capacitación en tecnologías emergentes será crucial para mantenerse competitivos en este entorno laboral en constante evolución.
En conclusión, la IA y la automatización seguirán jugando un rol determinante en la creación y desaparición de empleos, por lo que la adaptabilidad y la formación continua serán claves para enfrentar los retos del futuro.
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