La minatitleca Yuriko Santander se aventura a otra expedición

La minatitleca Yuriko Santander Porras, se prepara rumbo a una expedición en Ecuador y el pasado lunes 22 de febrero, escaló el Pico de Orizaba a una altura de 5636 metros sobre el nivel del mar, sin embargo, asegura que aún no se siente satisfecha porque sufrió mucho en la última recta en el glaciar y su objetivo es subir disfrutando al cien por ciento.

En entrevista, Yuriko Santander mencionó “cuando era niña, uno de mis tíos llevaba a mis primos, que teníamos la misma edad, a escalar el Pico de Orizaba, yo veía sus fotos en la nieve, siempre he sido muy inquieta y aventada, en una ocasión le dije a mi mamá que quería ir con ellos, porque era algo que hacían seguido”.

“Obviamente me respondió que no, principalmente porque iban puros varones y lógicamente mi tío no se iba a hacer cargo de mí, además de que no era una actividad para niñas, así que dejé pasar por años, ya que cada vez que me topaba con un impedimento así, si estaba en mi ligar el reto lo hacía”.

“Ya de adulta conocí a un amigo que me platicó de todas las actividades que hacía, como montaña, bicicleta, paracaidismo, lote surf, entre otras cosas, y me dieron ganas de hacer todo, tardé un año aproximadamente en conseguir la ropa y el equipo ya que es algo costoso”.

SU PRIMER INTENTO

“En el camino he ido conociendo a la gente indicada, y en el 2018, hice mi primer intento de cumbre en el Iztaccíhuatl, el cual no lo logré, me quedé a 4900 metros sobre el nivel del mar en el glaciar, ya que el clima nos impidió continuar y mi paso era muy lento, porque era la primera vez que estaba a esa altura”.

“Yo siempre he vivido a nivel del mar, por lo que subir cada vez a la montaña implica un reto doble, por la altura. Después de cinco cumbres, en febrero de 2020, logré subir al Iztaccíhuatl en óptimas condiciones 5230 metros sobre el nivel del mar y con poca fatiga, sin mal de altura, en un tiempo de 12 horas totales de subida y bajada”.

“Tras conseguir lo anterior, me sentí lista para subir al Pico de Orizaba que es la montaña más alta de México con 5636 metros sobre el nivel del mar pero entonces, cerraron las montañas y no permitieron más actividades debido a la pandemia”.

“Todo el acondicionamiento que tenía se perdió. En diciembre de 2020 hubo oportunidad de subir nuevamente al Iztaccíhuatl y quise probar cómo me encontraba y me hallé completamente fuera de forma, desadaptada a la altura y fue la primera vez que tuve que desistir de seguir subiendo, quedándome en el refugio de los 100 a 4720 metros sobre el nivel del mar, sin poder continuar”. “Me frustró muchísimo haber perdido lo logrado, porque era volver a comenzar y prepararme para el Pico, uno de mis amigos -Luis Moret- que es el guía con el que voy, me propuso ir a una expedición a Ecuador, la aventura me hizo decir que si, el objetivo es subir cuatro montañas Cayambe, Cotopaxi, Illiniza y Chimborazo, esta última es el punto más cercano al sol en el planeta”.

DEBE IR BIEN PREPARADA

“Para cumplir con el reto en Ecuador, el guía me dijo que tengo que ir lo suficientemente preparada, por lo que elaboró el programa de entrenamiento para subir a la montaña, se supone que subiríamos al Iztaccíhuatl, que ya conozco bien”.

“Pero debido a la pandemia lo volvieron a cerrar y los planes cambiaron hacia el Pico de Orizaba, yo iba con mucho miedo porque era la primera vez que iba a intentarlo en el Pico y yo quería sentirme lista para poder hacerlo”.

“Sin embargo, mi esposo que siempre es quien me apoya en mis proyectos, me insistió que llegara o no a la cumbre tenía que intentarlo y dejar de evadirlo. Y así fue que me aventé al primer entrenamiento en el volcán más alto de México”.

“Pensé que no lo lograría, sin embargo, el equipo con el que fui se encargó de ayudarme a cumplir con este reto, en la montaña es importante ir con personas que te empujen y te alienten de una u otra manera”.

“No puedes decir ya no puedo o me quedo aquí, porque tú vida depende de eso, te enfrentas a la hipotermia, a la presión atmosférica, a la falta de oxígeno, ya que cada paso que das allá arriba, te roba todo el aliento en un solo movimiento”.

“Sufrí mucho la última recta en el glaciar y aunque logré la cumbre, no estoy satisfecha, porque mi objetivo es subir disfrutando al cien por ciento para lograr con éxito la expedición a Ecuador”.

Finalmente, Yuriko Santander reveló que de México, ha escalado el nevado de Colima (Zapotepetl 4260 metros sobre el nivel del mar, Iztaccíhuatl, Nevado de Toluca (Xinantécatl 4645 metros sobre el nivel del mar y el Pico de Orizaba (Citlaltépetl), “aún me falta La Malinche y el Cofre de Perote por conocer” dijo.