Doña Luisa Kim, empresaria pesquera ejemplar

TERCERA PARTE  

Considerando el precedente introductorio del presente bloque vivencial, donde destaca el flagelo de la contaminación, producida por la industrialización de los bienes y servicios que demanda la creciente población mundial y regional.

Seguimos con la entrevista (efectuada en enero/2009) a doña Ana Kim Lee (+). Contenido investigativo ejemplar, que argumenta la abundante riqueza pesquera, que se tenía, antes que se "industrializara" el sur de Veracruz a mediados del siglo XX.

¿Así que tuvieron varios puestos en el mercado Coatzacoalcos? "Sí, mi hermana Luisa era tan caritativa que se lo traspasaba a la gente en pagos y a mí también me vendió uno".

"Nada más, que años después por estar más cerca de mi casa, me pasé al mercado Constitución". Caba: ¿Recuerdo que en un puesto vendía doña Roselia? Sí, primero estuvo Chabela, luego yo y después de diez años entro Roselia".

"Todas nosotras ayudábamos a mi hermana Luisa, porque era la que compraba el pescado y administraba el dinero, ella era la de la lana y los negocios.

Caba: como éramos vecinos recuerdo que doña Roselia nos gritaba, por las tardes, para que fuéramos a buscar comida del día muy sabrosa, que por lo regular era de pescado, como el guachinango a la veracruzana o a la coreana.

Sí, todo lo que quedaba de pescado o arroz se lo dábamos a los vecinos para que las ollas quedaran limpias, para hacer la comida fresca del siguiente día".

"El otro día estaba yo espantada porque me habló un señor diciendo ¡señora, señora! ¿usted es hermana de doña Luisa Kim?

´Sí, es mi hermana, contesté´ ¡ha! dijo, ¡cómo me ayudó!, ´me daba la gasolina y la carnada para que yo fuera a pescar guachinango, me daba todo y además cuando traía la mercancía me pagaba".

"También a nosotros nos ayudó, a todos nos casó, que en paz descanse Luisa. Caba: recuerdo a don Lelo que llegaba de México. "Sí él tenía su tienda allá y también ayudaba mucho a la gente.

También tuve una hermana que nació en Cuba, ella tuvo una tienda que de puro regalar fracasó, porque a todos le daba fiado y no le pagaban y fracasó; al poco tiempo murió su esposo que era sastre, esa era mi hermanita la cubana que se llamaba Adela.

Caba: ¿cuántos hijos tuvo doña Luisa? Tuvo siete: Aurelio, Samuel, Jorge, Beto, Eloísa, Roselia e Hilda, nada más sobreviven dos. Y nosotras sólo quedamos Chabela que tiene 87 años, yo que tengo 81 y, la más chica Virginia que tiene 78 (en 2009), ella vive en Minatitlán".

¿Qué recuerda cuando usted era niña? "Que Las Escolleras era un lugar precioso. Para mí no ha existido otro lugar mejor como nuestro barrio. Recuerdo que siempre jugábamos muy bonito con mis amigas que llegaron muchas de fuera: Villahermosa, Chiapas y otros lugares".

"Toda la vida andábamos siempre corriendo descalzas, recogiendo ´garrapatas´ (coquitos de los médanos), éramos muy felices jugando a los encantados, rodando en las lomas y no había maldades, no había gente mala, todas salíamos juntas...". Platicó jubilosa doña Ana Kim.

Continuará

Si usted es persona mayor originaria de este puerto o llegó muy joven, platíquenos sus vivencias. Entrevistas con: Ing. y LMI David Caba Vinagre, davidcaba@live.com.mx. Celular: 921-2684397.