Pareciera que las autoridades están esperando que ocurra una desgracia para poner manos a la obra en los distinto escenarios deportivos locales.
Lo que ocurrió el fin de semana en la Alameda Deportiva, es un aviso más de que las instalaciones en los distintos inmuebles necesitan urgentemente una remodelación completa.
Aquí en RASO y COLOCADO ya lo habíamos advertido, tarde o temprano el techo de las gradas del campo principal de ese recinto se vendría abajo y nadie hizo caso.
Afortunadamente a la hora que ocurrió el incidente (por la madrugada) no se encontraba ni un alma cerca del lugar, por lo que no hubo hecho que lamentar.
Y aunque, no faltaron quienes culparon a las rachas fuertes de viento que soplaron en este puerto, lo cierto es que lo que provocó el desplome del techo en la Alameda fue la falta de mantenimiento a las instalaciones, las cuales en su mayoría están de “mírame y no me toques”.
O sea, sólo era cuestión de tiempo para que esto sucediera, pues la estructura del techado lucía en deplorables condiciones, debido al paso del tiempo y a que nadie le daba siquiera una “manita de gato”.
Ahora, las gradas del campo principal, al igual que las del 2 y del 3, están a la intemperie y no se ve para cuándo tengan nuevamente techo.
Algo deberán hacer las autoridades correspondiente y pronto, ya que viene la temporada de calor y el poco público que se da cita los fines de semana en la Alameda, no tendrá cómo protegerse de los rayos solares.
Sin embargo, dijera un dirigente de liga, si no han colocado todavía el techo que se cayó en el campo 2 desde hace ya varios años, ni tampoco en el 3 apenas en el 2022, lo más seguro es que así se queden quien sabe por cuánto tiempo más.
Lo peor es que el escenario 4 corre el mismo riesgo, porque el techo de sus gradas están también a punto de desplomarse, y la DIMUDE, bien gracias.
Y así como la Alameda, hay otros inmuebles que están igual o peor, entre ellos el Gimnasio de la Colonia Teresa Morales y el Parque de beisbol “Miguel Alemán”, los cuales tienen años sin que les pasen siquiera “la lengua”.
Y los que parecen no tener tantita dignidad son los silbantes que prestan sus servicios en la Liga de Futbol Orbelín Domínguez Balk, ya que a pesar de la exhibida que les dio el presidente de este circuito y mandamás del colegio al que pertenecen, siguen pitando como si nada.
Tal parece, el que su jefe los llamara corruptos no hizo mella en los silbantes y pudo más la necesidad, pues excepto uno o dos por ahí, a los que sí ofendió el comentario del dirigente, el resto hizo oídos sordos.
“Está bien que tengo necesidades como todos, pero no por eso voy a permitir que un dirigente ponga en duda mi reputación por 300 pesos. Mis compañeros tal vez porque no tienen vergüenza o definitivamente porque viven del arbitraje”, comentó uno de ellos.
O como dicen algunos, “les gusta la mala vida”.
Nos vemos SDQ.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |