Sin patear el pesebre

Estoy leyendo en las redes que un amigo reportero escribió que uno se los tantos candidatos que ya se empiezan a registrar para participar en este proceso 2024 que está por iniciar las campañas electorales y manifestó en una rueda de prensa palabras relacionadas con Dios nuestro Señor. 

Quisiera comentar que para todos los participantes, quizás algunos ya lo sepan, pero otros no, deben de abstenerse que no pueden utilizar en actos públicos de expresión de libertad con fines políticos de procelitismo o propaganda política alusivas como:

“Saludos y bendiciones”, “Si Dios quiere ganaremos la elección”, crucifijos, persignaciones, celebraciones y monumentos religiosos, son sólo algunas frases y contenidos en los discursos, imágenes y símbolos, que hemos escuchado, visto y leído ocasionalmente en las elecciones.  

Expresiones cotidianas, representaciones comunes o significados populares que pueden considerarse irrelevantes.  Sin embargo, en el contexto electoral sí son importantes y mucho, porque es la separación de la Iglesia y el Estado laico el que está pendiente y detrás de esas acciones.

La laicidad es una cualidad democrática que implica tanto la separación del Estado y las confesiones religiosas, como la exclusión de todo contenido religioso de las instituciones y del discurso político. Es un principio constitucional fundamental que debe respetarse y protegerse en los comicios, pues la incidencia religiosa en los electores puede acarrear hasta la nulidad de la elección.

Todo esto está tifipicado y prohibido en nuestro artículo 24 constitucional. 

Hay que recordar que en año 2003 se anuló una diputación federal en Zamora Michoacán por lo antes manifestado.