Por Jorge Yunis Manzanares
Columna:

Sin Patear el Pesebre

Sin patear el pesebre

2022-12-22 | 10:44 a.m.
Sin patear el pesebre
Diario del IstmoDiario del Istmo

Hace Muchos años, durante el mes de diciembre cuando era defensor de oficio en el antiguo ex penal de palma sola, una madre soltera me envió una carta diciéndome “…que ella deseaba pasar la navidad con sus dos menores hijos, un niño de cinco años y una niña de tres, y quería que yo tomara su caso ya que los internos del reclusorio le decían que yo la podía ayudar y  me deseaba feliz navidad…”, la mande a llamar a las rejillas del juzgado manifestándole que yo era defensor de oficio del juzgado tercero y del juzgado menor y su proceso lo llevaban en el juzgado primero, por lo tanto ahí había un defensor y yo tenía mucho trabajo, así que no podía hacerme cargo de su proceso. 

Al siguiente año nuevamente  me mandó una carta y,  llorando me pidió que me hiciera cargo de su defensa, en esta ocasión viendo la desesperación de esta madre soltera por convivir con sus hijos acepte diciéndole, que tenía que ser como defensor voluntario ya que no era mi juzgado y así lo hice, la afligida mujer estaba procesada porque un hombre trato de violarla y ella al defenderse lo privo de la vida.  

Pasaron tres meses desde que me hice cargo y logre sacarla libre y le dije: esta navidad podrá pasarla con sus hijos, niños que fueron cuidados durante el tiempo que estuvo recluida por su hermana, me dijo, licenciado deme la dirección de su oficina, yo le voy a pagar. 

En muchas ocasiones cuando iba yo al reclusorio con mi buen amigo Sebastián en mi Volkswagen veía a esta señora  en las calles, restaurantes o cantinas, levantando latas de aluminio y cartones para venderlos por kilo, y me decía mi amigo, ahí va la señora que sacaste libre. 

Un día me fue a ver a mi despacho, para esto ya habían pasado más de tres meses y me entrego un billete de esos azules de cincuenta pesos que ahorita serian como cinco mil pesos y le dije que no era nada, que a mí me pagaba el tribunal y yo no iba a tomar ese dinero. Contestándome  “…LICENCIADO YO TENGO PALABRA Y LA VENGO A CUMPLIR, lo dejo en la mesa y cuando se iba le dije -no lo voy a gastar, no lo voy a ocupar por favor lléveselo, la señora volteo un momento y me dijo - LICENCIADO HAGA LO QUE CONSIDERE PERO MI PALABRA YO LA CUMPLO…” 

Efectivamente ese billete lo conservo en mi oficina después de tantos años nunca lo gaste, y no tiene validez ahorita pero para mí tiene un valor moral muy grande porque la acción de esta  madre soltera demuestra que cumplir la palabra no tiene que ver si se es rico o pobre, joven o viejo, hombre o mujer, como me dijo ella LA  PALABRA SE CUMPLE.

¿Qué es tener palabra?, para mi tener palabra se puede dar en ser honesto, tener confianza,  amor y cumplir con lo que uno se compromete ya sea con la familia, con los amigos, en el trabajo o en las responsabilidades que cada uno desempeña a diario, podremos hablar de muchas cosas al respecto de tener palabra como en estos tiempos que casi nadie la cumple, pero hay gente como esta madre soltera que a pesar de sus carencias cumplió lo que dijo sin importar todo el sacrificio y el esfuerzo que realizo.

En estas fechas que está por terminar el año todos o la mayoría damos nuestra palabras o promesas de que el próximo año vamos a cumplir, ya sea haciendo ejercicio, trabajando o haciendo cosas excepcionales que en muchos de los casos en las primeras semanas del año ya se olvidó.

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