Sin patear el pesebre: Procedimiento para atención a víctimas de la policía como primer respondiente

La mayoría de la población desconocen el protocolo de actuación del primer respondiente frente al nuevo sistema de justicia, dejando en completo estado de agonía a la víctima, faltando a los principios y lineamientos dictados por el Gobierno de México y que son de aplicación General.

En atención a que los elementos señalados en supra líneas y de los cuales circula un video en redes sociales transcribiré para el conocimiento de todos mis lectores los lineamientos del protocolo que en consecuencia debe de aplicarse como procedimiento a seguir ante una situación de esta índole.

Al llegar a lugar de los hechos la prioridad indiscutible de las y los policías es brindar atención y protección a las víctimas. En primer término hay que identificar a la víctima y conocer si está lesionada, en cuyo caso procede solicitar atención médica de forma inmediata.

En caso de que se trate de una lesión de gravedad, el o la policía explorará la posibilidad de trasladar a la víctima de forma expedita al centro médico público o privado más cercano.

En su carácter de Primer Respondiente, las y los policías deben procurar que la víctima reciba las siguientes atenciones básicas:

• Atención médica y psicológica de   emergencia
• Transporte de emergencia
• Agua y alimentación
• Vestimenta
• Cuando sea posible, corresponde notificar a la familia de la víctima. 

En caso de que la víctima no hable español, hay que facilitar asistencia de un traductor o intérprete y/o avisarle al Ministerio Público para se le proporcione.

Si existen las condiciones ideales, luego de darle a conocer y hacer efectivos sus derechos como persona en condición de víctima, hay que tomar su denuncia o realizar la entrevista correspondiente.

El o la policía tiene el compromiso de mostrar comprensión y apoyo a los sentimientos de la víctima durante el relato. Hay que procurar que la comunicación vaya de lo general a lo particular, utilizando palabras de aliento y preguntas abiertas: ¿qué?, ¿para qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿dónde?

No es recomendable preguntar  “¿por qué?” al dialogar con una persona que es víctima de un delito, pues hay que evitar la doble victimización y evitar comentarios que pudieran hacerle sentir culpabilidad sobre lo ocurrido.

Si la víctima se encuentra en una crisis psicológica, es responsabilidad del o la policía brindar una presencia que le tranquilice, así como hacer todo lo posible para llegar al Ministerio Público de forma expedita y solicitar el apoyo del área de Atención a Víctimas.

Para concluir, deberá llenarse y entregar el Formato Único del Registro de la Víctima.