Seguridad pública, blanco del torpedeo político

Si bien es cierto que no se puede ocultar hechos delictivos e implicaciones que tienen que ver con la aplicación de la justicia en las mismas corporaciones de seguridad estatal, como el caso de la detención de policías implicados en un asunto interno, también hay que señalar que pareciera una andanada de ataques se tejen a través de diversas vías y algunos actores políticos que pretenden enturbiar más el ambiente.

En las últimas semanas el ambiente en redes sociales en Veracruz se vio enardecido por una cadena de incidentes relacionados con la seguridad, hay quienes pretenden calificar de una baja estridente en la materia, pero a cambio se ha ido actuando para socavar esos dichos.

Y es que, según analistas, es coincidente que esto se produzca a unas semanas de que se presente el cuarto informe de labores del gobernador y los secretarios de despacho sean llamados a comparecer ante el Congreso local, y desde Palacio Nacional, incluso en las constantes referencias que hacen en la mañanera, parece que no gusta que uno de los rubros que más destaca el presidente López Obrador es el de la seguridad.

Esto no quiere decir que se ha abatido a cifras que no deben preocupar las incidencias, por el contrario, hace falta mucho por hacer, y en particular zonas, donde sigue habiendo confrontación entre grupos con resultado de células que se atacan y deriva en ejecuciones y secuestros, pero al césar lo que es del César.

Para el citadino en la capital, Xalapa o la presencia de turismo en la conurbación Veracruz-Boca del Río ha dado mayor confianza en la materia.

Hay que destacar que la reciente encuesta de percepción de seguridad del INEGI, hay una mejora sustancial de la misma en ciudades como Xalapa y, principalmente, en Coatzacoalcos, municipio que fue severamente golpeado por la acción de la delincuencia y que hoy se reactiva merced a la estrategia desarrollada en esa demarcación por la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz que –en coordinación con fuerzas federales- ha logrado contener y desarticular a las bandas delincuenciales que ahí se asentaban.

Deja en entredicho el gobierno panista de los Yunes en Veracruz puerto y donde seguramente tendrán que trabajar fuertemente si no quieren seguir perdiendo bonos.

Pero es de destacar y para el ciudadano debe dar gusto saber que estas dos ciudades tienen mejor percepción, pues la seguridad es lo más preciado y lo que más valora la población.

Hay quienes veían una Secretaría de Seguridad Pública incierta en los últimos gobiernos, el del priista, Javier Duarte y los 2 años de Miguel Angel Yunes.

La cara que su titular Hugo Gutiérrez Maldonado le ha dado, aseguran los que saben, trae el soporte del trabajo de fondo, puesto que el funcionario se ha dedicado a lo que le pidieron con la transformación en todos los sentidos de una corporación abandonada en un cuerpo de seguridad profesional.

Y es que no se puede decir que hay 4T o un buen gobierno si no existe la recuperación de la confianza de la población en sus cuerpos de seguridad. Es uno de los retos más difíciles que enfrentó Gutiérrez Maldonado, y en quien recae el hecho de presumir si ya lo ha logrado y cuánto le falta.

Esta política le ha sido reconocida por representantes de sectores productivos que han sido enfáticos en señalar que una de las virtudes de esta administración y que se refleja en el incremento de la cultura de la denuncia, es la atención personalizada que se le da a sus requerimientos en materia de seguridad, lo que ha tenido un impacto positivo en materia de inversiones y negocios.

Por cierto que fue Alberto Peláez, internacionalmente conocido periodista, quien dio un oxígeno a la zona al señalar en sus redes que “después de diez años de no visitar la entidad, hacía mucho que no disfrutaba tanto (del) puerto, ni de Veracruz… ¡ni del estado... que está espectacular!”.

 El Veracruz seguro no debe ser moda ni pasajero, requiere que su construcción sea sólida, y eso atraerá más inversiones y turismo. De otro modo, no se podrá resaltar ningún logro.

MUY EN CORTO

Carnaval con cuentas chinas. En el ayuntamiento de Veracruz no terminan de ponerse de acuerdo respecto al Carnaval del 2023, aunque hayan dicho que ya en marzo no se puede.

De hecho, la fecha de realización ha generado fricciones entre la presidenta Patricia Lobeira de Yunes y el presidente del comité, Luis Antonio Pérez Fraga.

Y es que la esposa del ex candidato perdedor a la gubernatura en el 2018 quiere una vez más celebrar la Fiesta del Rey Momo a principios de Julio tal y como se hizo este año por el tema de la pandemia de COVID 19.

Mientras que el “Pollo” Pérez Fraga desea volver a las fechas originales, es decir, las que marca el calendario de la Iglesia Católica respecto a que se debe realizar una semana antes del Miércoles de Ceniza.

Fuentes bien informadas de palacio municipal cuentan que han sido maratónicas las charlas donde el titular del Comité del Carnaval ha buscado convencer a la alcaldesa y a su marido que el turista ya está identificado con que la festividad más alegre del mundo se lleva a cabo en febrero o a más tardar en la primera semana de marzo.

Pero parece que no ha tenido respuesta positiva del matrimonio que gobierna el-primer municipio de América, el cual está encaprichado en que se haga el Carnaval en Veracruz.

La cerrazón ha generado Pérez Fraga ha comentado en los pasillos que extraña al ex alcalde Fernando Yunes Márquez, quien lo dejaba tomar decisiones por ser un experto en la materia. Pero aquí parece que ya le ganaron o más bien no le dejaron ni siquiera proponer, puro gastar salivas y tendrá que hacerlo cuando la pareja presidencial le ha instruido. Al menos así ya lo dejó ver en una declaración.

/pn