Para vergüenza lo que realizó el comité nacional del PRI en contra de la senadora Beatriz Elena Paredes, al obligarla a que se retire de la contienda para que se quede sola la panista Bertha Xóchitl Gálvez y que de antemano, sin consulta a las bases, sea designada la ganadora y por ende la candidata presidencial de la oposición.
A la pobre de Paredes Rangel no le dieron ni siquiera la oportunidad de declinar o por lo menos de mentarles la madre a los directivos del tricolor que la traicionaron.
Esta decisión del frente opositor es suicida ya que desnuda a la mano que mece la cuna al quedar al descubierto una opción que fue tomada de antemano y no hubo ningún respeto a la decisión de dos millones de personas que iban a participar en este proceso de selección, sobre todo porque pierde legitimidad la nueva candidata por la manipulación de las dirigencias partidistas.
Por realizar ese madruguete sin esperar el resultado de la encuesta final que se celebraría el día de ayer domingo tres de septiembre como se había anunciado. La maniobra hace evidente un error de cálculo político en el diseño del proceso que va a provocar daños autodestructivos a los partidos de la oposición. El cambio de planes en su fase final socava el principio de unidad. Lo mismo les ocurrió en el 2018.
Deben revolverse en sus tumbas los expresidentes y dirigentes nacionales, así como vomitarse los militantes sobrevivientes de lo que fuera el poderoso partido político durante casi un siglo, que se desmoronó cuando llegó a dirigirlo el impresentable Alejandro Moreno delincuente del saqueo en el pasado gobierno del estado de Campeche.
El colmo de los opositores es que el presidente López Obrador mencionó que la candidata del Frente sería la senadora de Hidalgo, con lo que se vino a comprobar que era toda una farsa el proceso de elección en que participaron en un principio 7 experimentados políticos que fueron engañados con la obtención de firmas para ser seleccionados, sobre todo cuando se descubrió que habían inventado 650 mil firmas de presuntos aspirantes a inscribirse como miembros activos de ese instituto político.
Afirman también que lo que ocurre en el estado de Veracruz es que el dirigente estatal Marlon Ramírez no canta mal las rancheras y que tiene que ser destituido antes de que se empiecen a negociar $$$ las candidaturas de las diputaciones federales y locales porque las senadurías se las tienen que entregar al PAN y lo más seguro que también la gubernatura pero, por los cerrados e irreconciliables pleitos internos de los azules donde no se ve, a corto ni a largo plazo, ninguna solución se la entreguen en caso de que sea mujer a la carismática diputada Anilú Ingram, política que no tienen ningún problema ni con los priistas, panistas o perredistas.
Esta coalición de opositores que en este sexenio ha perdido 23 gubernaturas va resultar difícil que los arrepentidos priistas voten por un panista, tanto para la presidencial como para el gobierno estatal. Tienen que reconocer que sus directivos fueron de antaño muy buenos negociantes. La herencia política es la venta en efectivo de cualquier tipo de candidatura a un puesto de elección o pagar triplicado el costo de una plurinominal.
Hay que aprovechar porque se viven los tiempos de las ofertas y las grandes baratas.
Por algo será que el coordinador nacional de MC el exgobernador Dante Delgado prefiere ir solo que con las malas compañías del PRIAN y el fantasma del PRD. Conoce perfectamente los errores que se han cometido en los procesos electorales y quieren repetirlos los opositores.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2023 |