¡¡Resucitó!!

¿Cómo está usted?

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     Permítame compartirle que cuando El Señor JESUCRISTO Murió sucedieron cuatro Eventos únicos en la Historia de la Humanidad: hubo tinieblas durante tres horas; sucedió un terremoto; El Velo del Templo se rasgó de arriba abajo y unos santos que habían muerto y que estaban sepultados hacía tiempo resucitaron: Mateo 27:45 y 50-53.

Esto fue así porque no estaba muriendo cualquier hombre si no Dios hecho Carne y Creador de todo El Universo. Como el centurión que lo crucificó dijo: “¡Verdaderamente Este Hombre Era El Hijo de Dios!” (Marcos 15:39)

    Cuando Abraham murió, cuando María murió, cuando Buda y Mahoma murieron no pasó nada extraordinario y no sólo no pasó nada sino que sus cuerpos fueron sepultados y así se descompusieron  y hoy reposan en sus tumbas, mas el sepulcro de nuestro Señor JESUCRISTO está vacío pues El Resucitó y vive para siempre: ¡Gloria a Dios!

    Una antigua Profecía de Rey David, que vivió mil años antes que Jesús y fue Su ancestro, decía que Dios no dejaría El Alma del Señor en la tumba ni permitiría que se corrompiera ahí:  Salmo 16:10.

    Tantas cosas que Jesús afirmó como que El Era La Puerta, El Camino, La Verdad y La Vida, El Pan de Vida, El Salvador del mundo, El Hijo de Dios, El Buen Pastor y sobre todo La Resurrección y La Vida las arriesgó, por así decirlo, a un solo Hecho: Su Resurrección.

    “Destruyan éste Templo y en tres días lo levantaré”, les dijo a los judíos que profanaron El Templo haciéndolo un mercado y cueva de ladrones, refiriéndose a Su Cuerpo que levantaría de entre los muertos al tercer día (Juan 2:11-22).

    Esta Profecía, como todas las que dijo, la cumplió al pie de la letra pues, como dijo El Apóstol Pedro: “a la muerte le fue imposible retenerlo” (Hechos 2:24). Así el Domingo muy temprano El Señor se levantó de la tumba para sellar  nuestra propia resurrección.

    Unos ángeles les preguntaron a las mujeres piadosas que fueron tempranito al sepulcro así: “¿Porqué buscan entre los muertos Al que vive?” (Lucas 24:5) ¡¡ALELUYA!!

    El Señor venció con Su Muerte al que tenía el dominio de la muerte: el diablo” (Hebreos 2:14)

     Hoy día dolorosamente tenemos que pasar por el luto al morir algún amado pero muy pronto llegará El Día en que la muerte será destruída pues El Señor le dictó Su Sentencia irrevocable: “¡Oh, muerte: Yo seré tu muerte! ¡Oh, sepulcro: Yo seré tu destrucción!” (Oseas 13:14)

   ¿Qué le parece esto, mi amable lector?

En todo el mundo no hallará a nadie que le brinde la seguridad que sólo Jesús le dá. Ni remotamente pueden compararse con El.

    Esto que hoy le he comunicado fue La Verdad que sostuvo firmes ante sus suplicios a cientos de miles de hombres y mujeres fieles que dieron sus vidas sabiendo en Quien habían creído y que al morir estarían de inmediato en Su Presencia. Ni los leones, ni las hogueras, ni los césares ni las torturas de los religiosos pudieron quebrantar la fé de ellos como tampoco lograron conmover ni un milímetro ésta gloriosa y eterna Verdad:  ¡¡ JESUCRISTO VIVE !!

 El dijo así con toda Autoridad y Verdad: “YO SOY LA RESURRECCION Y LA VIDA: EL QUE CREE EN MI AUNQUE ESTE MUERTO VIVIRA” (Juan 11:25)

 Su Resurrección será el Tema de nuestro Culto el Domingo a las seis de la mañana y a las seis de la tarde. ¿Por qué no nos acompaña? Le aseguro que será una experiencia inolvidable para usted y los suyos y cambiará de una manera preciosa sus vidas. Lo espero en la Iglesia Cristiana Bíblica AGAPE de La Llave 1002, casi esq. Aldama.

    Por hoy me despido con éstas palabras llenas de fé del Patriarca Job que dijo así: “¡Yo sé que Mi Redentor vive!”  (Job 19:25).

•     Gustosamente lo atenderé en el 921-268-4419.

    ¡Que Dios lo bendiga mucho!