Quiero agradecer a este espacio informativo y a mis lectores que me hayan tenido paciencia y esperado una semana más de lo habitual para publicar mi columna y leerla, quise digerir y meditar aún mejor lo acontecido en las pasadas Elecciones de México.
Hoy se tiene un nuevo escenario político después del 2 de junio y una nueva Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, por quien oro para que, por el más elevado bien de México, tenga un buen gobierno.
Las elecciones no han cambiado mi parecer en torno a que la política se ha convertido en un teatro, lo que llamamos democracia es una farsa y el guión se actuó tal cual estaba escrito, de hecho, es una prueba más de que el sistema avasalla.
La partidocracia se reacomoda y los que quedaron en algún puesto se disputarán los espacios partidistas. Los guiones teatrales que vimos en la CDMX se pronostican a ser muy parecidos a nivel nacional, un gobierno que domina a su oposición, al menos al PRI y al PAN. De hecho, los personajes en acción serán los mismos que ensayaron y figuraron en la Ciudad.
Seguramente, el PAN será presidido por Jorge Romero, quien se hizo del control del partido en la Ciudad de México en escenarios donde su grupo controlaba una o dos delegaciones mientras se perdía el resto, muy parecido al escenario del teatro político nacional de hoy.
Viejo conocido de Claudia Sheinbaum que saben cómo ganar-ganar, a los hechos me remito. Romero llama en su intención de sustituir a Marko Cortés en la dirigencia nacional a que el PAN regrese a sus orígenes, el reto está en cómo arrancar de la amnesia colectiva a que se refieren y quiénes serían los nuevos actores que hagan recuperar la confianza en dicha marca.
Perdiendo su registro, el PRD desaparece, los perredistas se pelearán las sobras (los registros locales) y el PRI, PVEM, PT e incluso MC seguirán vendiéndose al mejor postor o representando el papel que les den para mantener la pantomima.
En tanto, quién busca irrumpir en el sistema es Eduardo Verastegui, pues ha anunciado intentar hacer un nuevo partido de derecha. Es el que tiene mayor cantidad de apoyo y respaldo internacional a partir de CPAC y su activismo en contra de la trata de niños con Presidentes como Milei, Bukele o Giorgia Meloni y sus bases sociales las está reuniendo en torno a la iglesia católica y el credo Guadalupano, exactamente igual que como el PAN se constituyó hace poco menos de 100 años, y aunque hacer un partido es legitimar a la partidocracia, no hay otra forma de participar en la política en México, por lo que esta opción debería, para auténticamente ser representativa, proponerse el derrumbe del sistema de partidos. Además, será la primera gran prueba democrática de este INE (controlado por la partidocracia) y que tendrá muchos ojos internacionales vigilando.
En fin, México y su espíritu inquebrantable siempre ha sido más grande que cualquier partido o sistema político, en tanto, “el show debe continuar”, por lo que hay que procurar la prudencia. Claudia Sheinbaum ha hecho llamados a la reconciliación entre los mexicanos, tomémosle la palabra y procuremos ser agua entre tanto fuego.
César Daniel González Madruga, “El Siervo”
@CesarG_Madruga
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