Raso y Colocado

Ya pasó una semana, y aún no se sabe quién fue la persona que prestó las instalaciones del campo “Rafael Hernández Ochoa” para un evento de autos modificados o tuneados que llevó por nombre “Calamar Fest”.

Sin embargo, de acuerdo a información dada a conocer a RASO y COLOCADO, todo apunta a que habría sido un empleado de la DIMUDE, el que tramitó el permiso ante un funcionario del H. Ayuntamiento local, que autorizó el uso del inmueble.

Lo que algunos deportistas se preguntan es, cómo el director de esa oficina, o sea Ricardo Ordóñez Malpica, permitió que uno de sus “subordinados”, según dicen familiar muy cercano a él, se “brincara las trancas” para cometer semejante barbaridad, la cual causó gran indignación entre el sector deportivo porteño.

Respecto a la otra persona no se sabe todavía el nombre, aunque por ahí han surgido fuerte rumores de que se trata de uno de los personajes más allegados al alcalde Amado Cruz Malpica.

Por cierto, el munícipe ya salió a decir que tanto el terreno de juego como la pista de tartán del RH Ochoa “no sufrieron ningún daño”.

Es decir, atletas y futbolistas “pueden estar tranquilos”, pues la máxima autoridad de Coatzacoalcos, dio como un hecho que el escenario ubicado en la colonia Emiliano Zapata quedó igualito que como estaba antes de que los autos tuneados fueran exhibidos ahí.

Bueno, eso dice él.

Mucho está por escribirse todavía sobre este hecho, en donde como siempre, los que pagan los platos rotos son los deportistas, un sector que es tratado con la punta del pie por quienes teniendo un carguito, se sienten intocables e inamovibles.

UN EJEMPLO A SEGUIR

El subdirector de la DIMUDE, el licenciado Carlos Esquivel se ha ganado el respeto y el aprecio de los deportistas porteños, quienes han encontrado en él a una persona amable, atenta y que sabe escucharlos, tratando siempre de dar una respuesta favorable a sus peticiones.

En el evento que se realizó el pasado fin de semana en el campo de Barrillas, quedó demostrado que el funcionario está en el ánimo de tan importante sector.

Tanto jugadores de los equipos que disputaron la final como el público que se dio cita, reconocieron con aplausos su labor en el cargo que le fue conferido desde hace más de cinco meses.

Y efectivamente, Esquivel Olvera ha respondido con trabajo y lealtad a la confianza que han depositado en él su jefe inmediato Ricardo Ordóñez y el alcalde, Amado Cruz.

Como bien dice Carlos Esquivel, no es una “monedita de oro” para carle bien a todo mundo, aunque a diferencia de otros empleados de la DIMUDE, da su lugar a los deportistas y en la medida de sus posibilidades, apoya a los que se  acercan a solicitarlo.

Bien por él.

Nos vemos SDQ.