Hasta el momento NADIE ENTIENDE por qué algunos dirigentes de ligas se empeñan en ocultar agresiones a silbantes o entre jugadores, dando la impresión de querer proteger al infractor.
Ha ocurrido en el futbol, en el beisbol y recientemente en el basquetbol.
Sucedió hace unos días en la Liga Municipal de Baloncesto, donde un “jugador” del equipo Universidad de Sotavento, de nombre Rafael Antonio García Ocaña, sin aparente motivo agredió al silbante Emilio Valencia durante un encuentro de playoffs.
Del lamentable hecho hay evidencias, pues alguien grabó el momento justo en que el “pseudodeportista” golpea de manera artera con el codo al árbitro, tras marcar una infracción.
El video que minutos después de que ocurrió el incidente comenzó a circular en las redes sociales, es más “claro que el agua” de lo que aconteció esa noche.
Sin embargo, pese a dicha prueba, la Liga, según su mismo presidente Cupertino Llano, “sigue investigando”, para tener los argumentos necesarios y así castigar al agresor.
Pero, ¿Qué otras razones necesita este circuito para actuar contra Rafael Ocaña, si el video es muy evidente?. No lo sabemos.
Aunado a esto, el silbante Emilio Valencia, no se sabe por qué motivo, se ha mantenido en silencio, negándose incluso a declarar sobre la agresión de que fue objeto, como si tuviera temor de algo o de alguien.
O quizás como lo dio a entender el silbante Sabino Tapia, “lo callaron a billetazos o posiblemente hablaron con él para que "no soltara la sopa”. La pregunta es ¿A cambio de qué?.
La verdad aún no sale a relucir, pero mientras son “peras o manzanas”, algunos basquetbolistas entrevistados por RASO Y COLOCADO, creen que es más probable la primera opción, o sea, que hayan comprado su silencio.
De ser así, Emilio Valencia estaría “quemando” y “gacho” al gremio arbtral, pues de aquí en adelante cualquier jugador podrá golpear a un silbante y no pasará absolutamente nada. Total, con unos pesos se arregla todo.
Claro, la directiva que encabeza Cupertino Llano deberá tomar cartas en el asunto y “no hacerle mucho al cuento”, pues ya se tardaron demasiado para dar un veredicto sobre dicha agresión.
Por cierto, Rafael García Ocaña defiende los colores de la Universidad de Sotavento en la Liga Municipal y en Bucaneros de la categoría Veteranso en la Intercolonias La Noria, donde se espera que Miguel Angel Fernández también aplique una sanción al “jugador”.
“No hagas cosas buenas que parezcan malas”.
OTRA DE ÁRBITROS EN VETERANOS
Y en donde también se “cuecen habas” es en el futbol regional de veteranos, ya que el pasado fin de semana, se registró otro hecho lamentable en el que para variar, estuvo involucrado el que se supone debe impartir justicia; el silbante.
En el duelo Le Burré de Jáltipan y Santos de Transístmica de este puerto jugado en casa de los primeros, el árbitro ayudó al conjunto local al marcar un gol que no debió contar y que representó el empate para los “chogosteros”.
Muy independientemente del deplorable desempeño del nazareno, aquí es de llamar la atención, según la porra del once santista, que salió a relucir un machete por parte de gente de Le Burré que se encontraba en las gradas.
“Nos amenazaron y dijeron que lo iban a usar (el machete) si seguíamos reclamando la decisión arbitral”, comentó asustada una seguidora de Santos de Transístmica.
Para reforzar su queja, gente del conjunto porteño nos envió unos videos en donde se ve como se calentaron los ánimos en el “Ruiz Cortines”, en donde a punto estuvo de “llegar la sangre al río”.
Una llamada más para el dirigente de la liga, Andrés Vidal.
Ojalá ahora sí actúe con mano firme.
Ah, y POR CLAMOR DE CIERTOS EQUIPOS QUE SE HAN VISTO PERJUDICADOS, por favor Vidal “YA NOS MANDES A PITAR A APRENDICES DE ÁRBITROS”.
Sobre todo, dijeron, del grupo de Héctor Elías Ferra.
Así de directos fueron los equipos.
Hasta la próxima SDQ.
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