Periodismo y política

*Con nuestra solidaridad a la familia de Ernesto Gutiérrez, ante el sensible fallecimiento de su señora madre, doña Flavia Jiménez, acaecido este uno de enero. 

Con el fortalecimiento de opciones informativas como Canal de Medios y muchos otros que surcan el espacio digital oaxaqueño, últimamente he escuchado y visto a destacadas voces de un periodismo fresco, desinhibido y crítico. 

Son personas comunicadoras que ofrecen una visión diferente a lo que estábamos acostumbrados al iniciar el siglo XXI. Se percibe también este ánimo en contados, pero no por eso menos importantes noticiarios radiofónicos, hoy por hoy golpeados por la exclusión o la censura.

Toca el turno, como destinatarios de esta trama, al primer gobierno emanado del movimiento de regeneración nacional que por momentos no ve lo duro, sino lo tupido cuando se trata de posturas discordantes a su manera muy particular de gobernar frente a la "uniformidad" obsequiosa que también existe en páginas web precariamente uniformadas por una pizcacha oficial. 

Cierto, como he observado anteriormente en estas líneas, a veces se cae en exageraciones e injusticias contra hombres y mujeres del poder público y el partido gobernante. ¿Pero a dónde más se puede enfilar la crítica, sino a quienes ostentan la representación de la sociedad? 

Antiguamente, con solo un grupo de reporteras y reporteros comedidamente dirigidos por un bandido, más unos cuantos ejemplares que se buscaba leyeran los destinatarios, era posible chantajear e intimidar a víctimas cuidadosamente seleccionadas. Se les sometía a campañas negras que desbarrancaban una carrera política para encumbrar a otra. 

Actualmente existen sitios de internet, ciertamente, que abusan del ataque y descalificación, repito, por intereses deleznables, ya sean surgidos de lo que queda de la oposición o de facciones ignoradas por la "primavera oaxaqueña". Pero hay quienes en verdad hacen periodismo independiente del poder público y de manera digna.

Las personas lectoras inteligente saben identificar quiénes son y a qué propósitos sirve la prensa crítica. Es indudable que traen de cabeza a una administración que en el atril de palacio se defiende como gato panza arriba, las más de las veces sin transparentar las interrogantes que se hace la opinión pública. En muy poco le ayudan la sarta de errores, excesos y decisiones desafortunadas, como la cancelación de cientos de bases a una burocracia domesticada por líderes corruptos, que nunca se decidió a pelear genuinamente por sus derechos. Mientras, los subastadores de plazas de alto nivel de anteriores gobiernos y representantes sindicales corruptos gozan de cabal salud. 

Con sonados ejemplos de nepotismo, amiguismo, corrupción y favoritismo, el gobierno de Salomón Jara se ha visto orillado a botar, al basurero de la historia, a cuadros inicialmente calificados como "los mejores", a cambio de relevos no siempre apegados a la honestidad, conocimiento y experiencia en la administración pública. Hay algunos que se salvan y pueden realizar un buen papel. El tiempo dirá.

Si el motivo de la separación fue por falta de eficiencia, honradez o bajo desempeño en la función encomendada, esto requiere explicación. Hoy se alejan como ladrones en la noche: en sigilo, por la puerta de atrás. Qué lástima no haber informado sobre las razones que llevó al gobernador a separarlos del cargo. ¿Será que para varios de ellos dos años o menos fueron suficientes para reponerse económicamente de lo "invertido" o aportado durante la campaña?   

De vuelta a nuestro tema inicial, en venturosa época nos ha tocado vivir, pues las audiencias y el público tienen mejor oportunidad ahora de discernir entre medios de comunicación que asumen la crítica verdadera, saludable en toda democracia, o quiénes por consigna o algún prejuicio difunden noticias falsas. También existen malos ejemplos que han invadido el espectro informativo con un lenguaje procaz y pendenciero.

La gente, sin embargo, sabe identificar, como nos lo hace saber Umberto Eco, que "los periódicos -es decir muchos medios y periodistas- no están hechos para difundir noticias, sino para encubrirlas". 

Salvarse del mal periodismo y buscar a los que nos ayuden a escudriñar lo que acontece para una mejor toma de decisiones, es un genuino deseo ahora que iniciamos el primer cuarto de siglo que se espera trepidante para nuestro país. Seamos felices mientras tanto: todavía, con el impulso de las fiestas de diciembre, llegan sonrientes los Reyes Magos.

@ernestoreyes14

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