Pausa, un pie arriba el otro en la tierra




Los caminantes por México y el planeta dejan de estar bajo el dominio del espacio para estar protegidos por los arquetipos, el tiempo, la poesía, la canción y la  consciencia; son eternos exploradores y co-credores de la sincronicidad, permitiendo que las profecías de los grandes abuelos ancestrales, visionarios de lejanos eones de años, los habiten, transformen y actualicen, aquellos seres son la profecía hecha realidad, “vivita”y caminando.

La numerología los adiciona y multiplica, cada momento tiene una fecha, que acontece mientras van del pasado al presente y de ahí al encuentro con el misterio. El tiempo habitado por consciencias etéreas  imaginan una ruta que la exploran y la pisan con pies deseosos de cumplir su historia. El espacio se trasciende por un tiempo vertical que ilumina el ahora eterno, siempre es ahora. 

Sólo la consciencia de quién vive estas andanzas puede notar que los secretos se develan en pequeños mensajes de “coincidencias” que enseñan: la ruta es la correcta, la familia está completa, los caminantes abuelos responsables que allanan el camino a los nietos del nuevo universo sin ser su causa.

Es un Proyecto para recorrer el gran cuerno de la abundancia, meshico, meshico, meshico por  cuatro décadas, cuatro veces diez, así se completa el sincretismo prehispánico, judeo-cristiano y Kabalístico. Ese tiempo que sólo se movía hacia adelante “ahora” es caprichoso, baila a contratiempo del sonido del atecocolli  activado por los ancestros que vieron a este grupo purificar los caminos sagrados de cada estado del país.

Aquí se hace el encuentro, el lector y los caminantes por México en cada segmento de éstas narraciones. Dichos relatos son intrascendentes si no se actualizan en la vida de los lectores, la caminata esta bajo el dominio del tiempo, no del espacio. Ellos te invitan a que medites a su lado para que las palabras hagan su magia y te transporten con el clan, la tribu, la familia espiritual que ya Es y de la cuál formas parte,  sólo es cuestión de que lo “recuerdes”.

Los caminantes siguen el llamado que obedece a los pulsos cardiacos de certeza, ingenuos, sincrónicos, co-creadores con la belleza del simbolismo.

Las caminatas revelan que hay muchas realidades por descubrir, mundos invisibles se abren paso, el aliento de los caminantes insufla vida a los objetos que dejan por dónde pasan. La contemplación suple al raciocinio compulsivo y una vez más es como se trasciende el espacio, vamos más allá de los sentidos condicionados.

La Sincronicidad muestra una armonía capaz de relacionar una canción, una imagen y hacer llover; o el  extraviarse en la montaña, encontrar un nido de Águilas y aprender de la sabiduría de esas aves. Eventos sincrónicos que muestran un estado de consciencia que es capaz de observar las infinitas posibilidades de ser co-creadores, una inconmensurable riqueza de diversidad y plenitud que obedece a principios espirituales. Cada uno de “nosotros” los seres, pueden entonces entrar en contacto con el Todo. 

Las caminatas son recurrentes y por ello son una nueva oportunidad de vivirlas renovados. Las experiencias rituales se parecen en el espacio: ir a una ceremonia de Temazcal, visitar algún centro ceremonial, preparar los elementos etc, pero no así en el Tiempo. Cada caminata aporta  su recurrencia trascendente. 

Los relatos semana a semana permiten alcanzar el pasado que activa el presente y hace el llamado desde el futuro. Guían al lector para que se pregunte ¿para qué leo esto hoy? ¿cómo se relaciona con mi vida, con mis preguntas existenciales? 

Los lectores experimentarán el asombro de la sincronicidad.

Ahora saben que hay unos caminantes ambiciosos por contribuir para que México se integre a la  re evolución del desarrollo de la Consciencia Planetaria que ya está caminando por las selvas, los bosques, los mares, ríos y vuela con el águila, el cóndor. Este caminar es la Profecía realizada.



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