Era tanto lodo en esa guerra sucia contra el gobierno y sus aliados que dos días después Morena, PT y el Verde, y el presidente de la República, seguían empeñados en decirle a la gente que el triunfo no fue de los conservadores, sino de ellos. Y que, al contrario, fueron PRI, PAN, PRD e individuos siniestros como Claudio X. González los grandes derrotados.
Derrotados, porque a toda costa, a ultranza, a huevo, Claudio y todos esos que hizo suyos con ayuda del cínico gobierno de los Estados Unidos de América, pretendían la mayoría en la Cámara de Diputados para, fundamentalmente, dos cosas: controlar el presupuesto anual de México y entorpecer al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de tal modo que en el 2024 regresase el sistema político que ellos prohijaron desde 1929 hasta 2018.
Un sistema corrupto, ladrón por antonomasia, impune, clasista, criminal, y constructor de un derecho positivo mexicano cuyas leyes fueron transfiguradas durante décadas en instrumentos para dominar y someter a la población, a costa de la misma justicia.
Hay dos tipos de mayorías: la de la mitad más uno (251 diputados), y la colegiada o de los dos tercios (334 diputados, de 500). Morena, PT y PVEM han logrado 280 diputados. Y están a tiro de piedra de la mayoría colegiada, necesaria para reformar la Constitución.
De esto habló ayer López Obrador:
“Era lo que querían los conservadores que no lográramos, la mitad más uno. Con esta mayoría ya está asegurado que continúen las pensiones. Miren lo que decía Claudio X. González y su organización financiada por el gobierno de Estados Unidos: ‘Lo dejamos sin la Cámara o nos deja sin país’… no pudieron. Y hay país para todos. Y de manera preferente para los pobres.
“Siguen los programas de bienestar, porque también se tiene que informar cuándo propuse la reforma al artículo Cuarto de la Constitución, para que se elevaran a rango constitucional los programas sociales, como la pensión a adultos mayores, la pensión a niñas, niños con discapacidad, las becas para estudiantes de familias pobres, la atención médica y los medicamentos gratuitos, los conservadores votaron en contra en la Cámara de Diputados.
Porque, para ellos, lo que va destinado a los pobres es populismo, paternalismo. Y lo que va destinado a los potentados, eso es ‘fomento’ o ‘rescate’.
“Ahora que enfrentamos la pandemia y que se precipitó la crisis económica del modelo neoliberal, ¿qué es lo que me pedían? Que se rescatara a los de arriba. Y optamos por apoyar de abajo hacia arriba.
“Nada de que si llueve fuerte arriba, gotea abajo. No. Que se vayan… muy lejos, con ese cuento. Ya esa política neoliberal no se aplica, no transita en nuestro país.
“Si se quisiera tener mayoría calificada, que son dos terceras partes, se podría lograr un acuerdo con una parte de legisladores del PRI o de cualquier otro partido. Pero no se necesitan muchos para la reforma constitucional.
“Este es el panorama que quedó y entonces muchas gracias al pueblo de México. Primero, por participar de manera libre, hayan votado por el partido que ellos decidieron. Lo importante es participar todos.
“Sí tenemos diferencias; si no las tuviésemos, se estaría viviendo en una dictadura; porque sólo en las dictaduras hay un pensamientos único y sólo se protesta con los dientes apretados. En una democracia hay pluralidad.
“Se tiene que garantizar el derecho a disentir, y libertades plenas. Pero las diferencias en una democracia se resuelven de manera pacífica y por la vía electoral. También sin trampas. Sin cargar los dados. Sin que las cartas estén marcadas. Sin fraude electoral. Sin elecciones de Estado, como era antes. Sin el uso del dinero público para favorecer a partidos, a candidatos.
“Vamos avanzando y eso se le debe al pueblo. Y muchas gracias también a quienes decidieron apoyar la transformación que necesita México, a pesar de la guerra sucia. Porque son unos indecentes.
“Todavía el viernes y sábado, hablaban por teléfono. Les voy a mostrar lo que decían aquí en la Ciudad de México. Porque esa es una características del conservadurismo. Son muy hipócritas. Tiran la piedra y esconden la mano. Mucha guerra sucia. Todos los medios. Y todavía, si estoy hablando del tema es para informar, porque es una avalancha… bueno, hasta en el Wall Street Journal, ayer.
“Por eso estoy informando. Porque no sólo hay desinformación, manipulación… No hay ética, no hay honestidad.
Fueron millones de mensajes, de llamadas viernes, sábado y domingo (6 de junio, día de la elección).
“… Ojalá todo esto se quede atrás, y por eso le agradezco mucho a la gente, que incluso con esta campaña tan perversa, donde se unieron todos. No los voy a mencionar (se refería al PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano), pero de sectores, todos; en el caso de los político-partidista, todos. Hasta me produce un poco de orgullo, que lo que sostuve desde hace muchísimos años, es ya una realidad. Porque se quitaron las máscaras. Porque engañaban que eran distintos (volvía a aludir al PAN y PRI, al que se le unió el chuchismo perredista) y al final son lo mismo.
“Esto es un avance. Porque en política no debe haber simulación. La política es de definiciones. Nada de medias tintas. Nada de ser liberales en apariencia, pero conservadores de verdad. Es muy importante lo que sucedió el domingo, y esta es la información que queríamos mostrarles. A todos los mexicanos decirles que seguiremos gobernando con el pueblo y para el pueblo”.
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