Nota al margen: Alguien tenía que pagar por la filtración



Nota al margen: Alguien tenía que pagar por la filtración

No hay duda de que el escándalo que envolvió a la candidata a la gubernatura de Veracruz por la alianza que encabeza Morena, Rocío Nahle García, por las propiedades vinculadas a su familia en una de las zonas residenciales más costosas del estado, inició por una filtración de documentos desde las entrañas del mismo gobierno de la 4T.

Fue por eso por lo que Carlos Juárez Gil, encargado de la Secretaría de Gobierno desde que se fue Eric Cisneros Burgos, tuvo que salir a poner el pecho e informar que se investigaría si el origen de los documentos que difundió el empresario Arturo Castagne venía desde alguna de las áreas de la dependencia a su cargo. 

Se sabe, de muy buena fuente, que fue la propia candidata la que pidió cuentas al gobierno de Cuitláhuac y exigió no solo la investigación interna, sino que rodara la cabeza del responsable.

De buena fuente también se sabe que la investigación no llevó a dar con la persona que filtró los documentos y solo hay dos explicaciones, o fue un trabajo quirúrgicamente bien ejecutado o el origen está fuera de la Segob jarocha.

Sin embargo, había que sacrificar a alguien para dar por finiquitado el tema con la candidata y no quedó de otra más que entregar al eslabón más débil. Fue Carlos Córdova Vega el sacrificado, quien hace unos días tuvo que decir adiós a la dirección del Registro Civil, en medio de un hermetismo que finalmente se rompió este miércoles.

En su lugar llega Manuel Arturo Domínguez Galván, quien es sobrino del alcalde de Papantla, Eric Domínguez. El edil papanteco pasó de ser operador político del exsecretario Eric Cisneros a uno de los alfiles de Rocío Nahle en la zona norte del estado.

Por lo anterior, la llegada de Arturo Domínguez podría considerarse un enroque anticipado de Rocío Nahle en la estructura de gobierno, en un área estratégica en la que hasta ahora la candidata no encuentra confianza y menos lealtades.

El falso feminismo

Algo que la candidata morenista, Rocío Nahle García, no debería pasar por alto en los mensajes que la colectiva feminista Brujas del Mar le dedicaron en la red social X, es la recomendación para buscar asesoría urgente en materia de género y feminismo.

Es claro que en su primer círculo la prioridad es caminar a donde lleve la campaña y quienes están encargados de responder en momentos de crisis no tienen la menor idea de cómo atender temas tan delicados, como es justamente el feminismo.

De lo contrario, no se habría cometido el error tan burdo de afirmar que los ataques de la oposición relacionados con supuestas propiedades y su origen zacatecano se podría tildar como violencia política de género. Aquellas personas que así lo piensen o que encuentren en estos ataques un acto de misoginia, hablan desde la ignorancia completa del tema.

De tener a alguien con conocimiento del feminismo en su equipo, no se habría convocado a una marcha de mujeres que era todo menos feminista. Y menos se habría utilizado el nombre de una colectiva como Brujas del Mar, que incide -les guste o no- en la agenda nacional. Aquello fue un completo desastre y es algo que no debería repetirse en lo que se viene de la campaña, porque una cosa son los ataques de los opositores, pero otras los autogoles desde el mismo equipo político, esos pesan más.

X: @VictorToriz



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