Por: Oralia Bringas de García
No basta ni la gloria,
ni el cielo, ni la historia,
para cantarte, oh Patria,
no basta ni la idea.
Es necesario darnos
vibrando ante la espera
de convertir la sangre
por ti, en primavera.
Es seguir siendo joven
por todas las edades,
para vibrar en áureas,
para cantarle en soles.
Es romper las murallas
con sólo vibraciones
y sembrar en las rocas
la fe de tus pasiones.
Es ahondar en la cima
de tus cumbres…horizontes
y encontrar en abismos de ti misma…gestaciones,
es querer transformar esta voz,
pobre voz, en salvaje torrente,
y llevar en la sangre, la sangre
de patriotas como lava candente.
Es sentir en grandeza a Cuauhtémoc,
es luchar con los pimas y Chiapas,
es llevar en el alma a Zapata
y creer como él, en la tierra,
abanada pro sangre patriota
de Morelos, Aldama y Carranza.
Es arder en la llama de Juárez,
defendiendo hasta el fin los derechos
de los hombres nacidos tan libres
como el ave, la nube y el viento.
Patria:
En las manos puñado de tierra
Olorosa de vida
en los ojos auroras libertas
de maduras espigas,
en los cuerpos clarines que vibran
al soñar tus destinos
y en el orbe las voces de Hidalgo
ensanchando por ti los caminos.
¡Que tus hombres, volcanes humeantes,
guarden fieros tus valles de historia,
todo el orbe sabrá que forjaste
tu derecho a la paz y a la gloria!
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