Han surgido un sinnúmero de crónicas, reportajes e historias narradas en los diversos medios, ya sean impresos, electrónicos y digitales, sobre las travesías de los migrantes que ahora ya no solo son centroamericanos, incluso de países asiáticos y africanos.
Este lunes dos notas se dieron en territorio veracruzano, cuando decenas de venezolanos salieron de estampida en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración, INM, y huyeron, una vez que estaban en calidad de detenidos por estancia ilegal, es decir, sin documentación.
Por otro lado, en Moloacán, cuatro autobuses fueron interceptados con más de 330 indocumentados, de los cuales, 100 son Nicaragua y otro tanto de Guatemala, el resto de Ecuador, Cuba y El Salvador, además de República Dominica.
El tráfico de personas se ha convertido en una industria que deja millones de dólares a los grupos criminales, por lo que esto fomenta el cruce por la entidad veracruzana, la principal franja para que quienes buscan llegar a Estados Unidos utilicen esta ruta.
Y es que por cada persona que proviene de los países latinoamericanos principalmente que quiera internarse a EU debe pagar entre tres y 10 mil dólares, es decir unos 60 mil y 200 mil pesos mexicanos.
Las tarifas, según un reportaje reciente difundido en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, varía de acuerdo a la forma de internarse a territorio norteamericano. Ya sea por caminos y cruce del río Bravo, en balsa, o por ser dejados apenas se internen del otro lado de la frontera en la orilla del afluente o por ser llevados hasta una casa de seguridad.
El foco mediático y del discurso de los gobiernos tanto mexicano como estadounidense ha estado en el tránsito de personas en caravanas o en pequeños grupos, pero la contratación de ‘polleros’ que prometen llevar a los migrantes centroamericanos al otro lado de la frontera es una modalidad muy socorrida por la promesa de ser un salvoconducto que garantiza el cruce.
Esto sin embargo se convierte en un tema de fatalidad y no necesariamente en la frontera, sino los mismos delincuentes que a lo largo del trayecto los asaltan, secuestran o incluso asesinan una vez que no tienen recursos.
Eso puede ocurrir desde el transporte en tren o por vía terrestre en autobuses, como ahora se puede ver con estas detenciones en tráileres o camiones. Esta última modalidad también se convierte en peligrosidad al hacerlo en forma hacinada y por accidentes que tras el sobrepeso se producen por la falta de pericia de sus conductores.
El hecho es que en los últimos años y con estos aseguramientos, se confirma que la industria del tráfico humano es un negocio vigente y altamente rentable. El Gobierno Federal se comprometió ante Estados Unidos a cerrarle el paso a los migrantes, pero si estas cantidades se aseguran y se hace público, quiere decir que otro enorme número de ilegales logran traspasar las garitas y retenes para llegar a EU.
Esa evasión provoca que al final en la frontera se concentren miles y miles de personas, que con hijos en brazo incluso, busquen internarse al llamado eternamente “sueño americano”. Algo que parece no tendrá fin, al menos en Veracruz.
LAS VISITAS DE CUITLÁHUAC CON AMLO. En menos de dos meses el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, ha visitado en tres ocasiones al presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
Apenas el pasado jueves se le vio nuevamente por el altiplano, según constatan unas fotos subidas a redes sociales en donde aparece caminando por el Zócalo capitalino después de salir de otra reunión.
Obviamente los temas que se tocan no son revelados, pero son material de mucha especulación, pues hay quien asegura que hubo regaños o que ya están viendo la estrategia para el 2024.
Lo que es un hecho es que a todas esas reuniones con el ejecutivo federal el mandatario veracruzano ha sido acompañado por el un alto funcionario que hace el papel de jefe del gabinete, y en el que tiene una confianza extrema. ¿Será que están preparando algún terreno venidero?
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