Lecciones dejadas por las últimas elecciones

Las elecciones del pasado domingo nos dejaron un sabor agridulce a varios sectores de la población.

Ganaron en algunos casos quienes desde un principio llevaban la delantera en las preferencias electorales y perdieron también algunos que no tenían absolutamente nada que hacer en la política; como es el caso de cantantes, deportistas, actores de televisión y ciudadanos cuya actividad era totalmente ajena a la tarea de legislar o de administrar con eficacia un ayuntamiento.

Hubo también otros casos, donde buenos candidatos perdieron, porque fueron víctimas de la inconformidad de la población por culpa de un mal gobierno  emanado de un determinado partido político.

Esto acabó afectando y negándole el respaldo a un buen candidato, como sucedió en Córdoba, Veracruz; donde contendió para alcalde el Ing. Guillermo Rivas, postulado por la Alianza y a pesar de su capacidad no alcanzó el triunfo, no obstante ser el más preparado de todos.

El Ing. Rivas era una  garantía de buen gobierno para ese municipio.

Hubiera puesto a Córdoba al mismo nivel de progreso que alcanzó Orizaba con Juan Manuel Diez Francos.

Juan Manuel y su equipo demostraron que sí se puede transformar a una comunidad, cuando ésta abre los ojos y se deja ayudar. En ese momento llegan al gobierno municipal personas comprometidas que inician acciones positivas de interés y beneficio para todos.

Pero regresando al caso de Córdoba, la mayoría de los votantes cordobeses se decidieron por otra opción y me parece que en el largo plazo, pudieran salir perdiendo. El tiempo lo dirá.

Contra ese tipo de decisiones ya no hay nada que hacer.

Ojalá y hayan votado  por convencimiento quienes le dieron el triunfo al otro candidato y no por el efecto perverso de los apoyos clientelares, convenientemente disfrazados de programas sociales,  que sin control ni medición alguna reparten los mandamases actuales; porque aunque muchos lo nieguen, los recursos  se convierten  en el fiel de la balanza.

Desde luego, con dichos apoyos no se abate la pobreza, sino que a un muy alto costo para el erario, se vuelven útil herramienta para la compra anticipada de votos.

Como es muy difícil competir contra el poderoso caballero que resulta ser Don Dinero, hacemos desde ahora un llamado de atención a los denominados partidos de oposición, para que la próxima vez postulen con tiempo suficiente a mejores candidatos que tengan mayores posibilidades de éxito, para lograr así mantener los equilibrios que requiere el país y por consiguiente alcanzar el progreso.

Hay que advertirles que es tiempo de renovarse y prepararse para presentar  las mejores propuestas y a las mejores personas. Ya no queremos volver a ver en las boletas a candidatos  impresentables que hicieron de las suyas en cargos públicos pasados y que además, creen ingenuamente que la ciudadanía ya se olvidó de sus fechorías.

Es tiempo de que los partidos dejen de ser agencia de colocaciones, centros de negocios,  clubes de cuates y feudos de parientes.

Nos cuesta muy caro su sostenimiento, como para que nos sigan traicionando y dando gato por liebre.

No les parece a Ustedes?

Muchas gracias y un buen fin  de semana para todos.