De nueva cuenta nuestra casa sideral, el planeta tierra y su carga viviente. Se encuentran reiniciando un nuevo ciclo alrededor de su estrella madre (el Sol).
Astro incandescente, activado por energía atómica natural. Quien desde hace aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años terrestres, ha mantenido con vida a nuestro planeta a través de fijarla en órbita, alrededor de él.
Recorriendo así, un trayecto orbital elíptico de 938 millones de kilómetros, a una velocidad media de 107,280 kilómetros por hora. Distancia orbital que culmina en 365 días y 6 horas, aproximadamente.
Condición cosmica, que nuestros antepasados originarios. Consideraban como el fin y reanudación de un nuevo ciclo orbital, precisamente en el solsticio de invierno (21 o 22 de diciembre).
Fenómeno de reinicio que denominaban como Nuevo Sol; debido a que consideraban nuestro planeta tierra, reiniciaba su órbita alrededor de su estrella madre el Sol, Quien de nuevo proporcionaría luz y vida a todo lo existente en la tierra.
Acontecimiento cosmológico que en la actual vida moderna tal reinicio, concibió el nombre religioso de natividad, navidad, nacimiento, noche buena, etcétera.
Con relación al fenómeno cosmológico mencionado, recuerdo que las festividades de fin de año en el Sur de Veracruz eran...
Que los niños del entonces Barrio de las Escolleras (años 50, 60s), teníamos la costumbre que, a partir del 16 de diciembre, salir a cantar las pascuas al niño Dios, por la tarde noche, visitando las viviendas de los vecinos con LA CASITA que semejaba un pesebre.
Donde nacería el niño Dios, hijo de María y José, el 24 de diciembre.
Actividad cultural de orden positiva, donde los niños nos divertirnos al cantar las pascuas y, además obteníamos dinero a través de pedir el aguinaldo a las familias o negocios visitados, para comprar y quemar los cohetes el 31 de diciembre…
Otra costumbre eran las POSADAS VECINALES. Que consistían en pedir posada, año con año, del 16 al 24 de diciembre, esto sucedía, cuando la familia que había efectuado la posada el año pasado. tenía que pedir posada en el domicilio de la familia que hubiese aceptado ser la anfitriona para hacer la posada del presente año.
De tal manera que la familia anfitriona del año pasado y vecinos invitados efectuaban un recorrido en procesión hacia la nueva posada anfitriona. Peregrinos quienes acompañaban y personificaban a José y María.
Quienes al llegar al nuevo domicilio pedían posada, con el fin de protegerse de la persecución de la cual eran objeto. Posteriormente se efectuaba una convivencia vecinal que incluía la degustación de bocadillos, golosinas de la temporada fría, bebidas calientes (ponche) así como la quebrada de las piñatas.
Otra costumbre prenavideña, era la CANTADA DE LA RAMA. Actividad que consistía en un recorrido por parte de grupos jaraneros, quienes visitaban los domicilios familiares o negocios comerciales. En donde cantaban las pascuas al niño dios, cargando una rama de árbol natural, adornada con globos y otras confecciones vistosas. Quienes, igual que los niños de las ‘casitas’ pedían su aguinaldo.
Claro después de actuar cantando y bailando dos o más sones jarochos, además de las pascuas al niño dios.
Si usted es persona mayor, originaria de este puerto de Coatzacoalcos o llegó muy joven, platíquenos sus vivencias. Entrevistas con: Ing. y LMI David Caba Vinagre, davidvinagre52@hotmail.com, WhatsApp 921-2684397.
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