LA SALUD PRESIDENCIAL, TABÚ

En 2003, hace 20 años, la editorial Grijalbo publicó el libro “Vida pública y privada de Martha Sahagún de Fox”, de la periodista argentina Olga Wornat, dedicado a reproducir los chismes de la pareja presidencial que gobernó del 2000 al 2006.

“En México, este tipo de ejercicio resulta novedoso ya que antes no se acostumbraba ventilar públicamente este tipo de asuntos presidenciales. En este sentido, la publicación es positiva porque comprueba la apertura democrática que está experimentando el país. Sin embargo, es triste que el ejemplo de apertura se dé con un ejercicio del peor tipo de periodismo: del que embrutece a la población por medio de banalidades”, criticó el analista político Leo Zuckermann, quien catalogó el “librillo” de Wornat como un “catálogo de rumores” de los que “es difícil saber cuáles de estos chismes son ciertos y cuáles plantados por la gran cantidad de adversarios políticos y enemigos personales que tiene la pareja presidencial”.

“Es bien sabido que, en la política, uno de los instrumentos de propaganda más sucia es precisamente la invención de rumores, que son mentiras o medias verdades, con el objetivo de ensuciar la imagen del sujeto en cuestión. Un rumor va adquiriendo fuerza en la medida en que se propala, lo cual beneficia, en última instancia, a los que lo inventaron. Luego entonces, hay que tener mucho cuidado en andarlos difundiendo”, advertía Zuckermann, quien sin embargo reparó en el tema de la salud del primer Presidente de México surgido de la oposición.

“Pero dentro del mar de banalidades de La Jefa, hay un viejo rumor, cada vez más extenso, que vale la pena analizar: el de la supuesta enfermedad depresiva del Presidente. Esta historia la vengo escuchando desde hace tiempo, pero nunca le había prestado la mayor importancia. Ahora, en la feria de chismes de Wornat, reaparece. El rumor de las depresiones presidenciales tiene implicaciones relevantes.

“Wornat indica que el Presidente es ciclotímico, es decir, maniaco-depresivo, un trastorno afectivo caracterizado por la alternancia de excitación y depresión del ánimo. En otras palabras, Fox tendría una personalidad bipolar que, según la periodista, explicaría por qué el Presidente toma ansiolíticos y Prozac, el antidepresivo más popular.

“Si esta información es falsa, hay por ahí un malintencionado, o varios, que andan inventándola para favorecerse. El rumor resulta creíble porque juega bien con la realidad; ‘explica’, de alguna manera, los escasos resultados de un gobierno que prometía más. Así, tenemos a un Fox que, cuando está high, promete grandes cosas y otro que, cuando está low, se amilana e incumple…”, concluía el columnista de Excélsior.

Se alude al caso de Fox por el actual estado de salud que guarda el presidente López Obrador, quien según la versión oficial se enfermó de covid por tercera ocasión, la cual reafirmó ayer el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en la conferencia mañanera de Palacio Nacional.

Sin embargo, los rumores y especulaciones persisten. Sería recomendable que AMLO, en cuanto pueda, grabara un video como los que difundió en las otras dos ocasiones en que contrajo el mismo virus.