La escena veracruzana

Alrededor de los subejercicios presupuestales hay un gran desconocimiento que se trata de cubrir con razonamientos morales o políticos sin fundamento. Tanto en el ejercicio del gasto federal como en el de Veracruz la oposición ha tratado de desacreditar el enorme esfuerzo que se lleva a cabo para poner orden en las finanzas desastrosas que dejaron las administraciones pasadas señalando que los recursos que se presupuestan no se gastan como debieran y que al frente de las dependencias se ha puesto a personas que no saben cómo ejercerlos.

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Los opositores desconocen lo mínimo que todo ciclo presupuestal conlleva, como el hecho de que, una vez aprobado por el órgano legislativo correspondiente, se tiene que hacer una programación que corre en paralelo a la recepción de los ingresos que se necesitan para ejercer el gasto. El presupuesto de egresos no está disponible el primer minuto del año de su vigencia. Lo estará en la medida en que comiencen a llegar los impuestos y otras aportaciones de los contribuyentes. En el caso de nuestro estado, por ejemplo, las participaciones federales no las hace llegar el gobierno federal de forma inmediata. Por esto, es necesario programar el gasto en función del ingreso que se prevea obtener en determinadas fechas. Y esta programación se hace mensual, trimestral, semestral y anualmente.

Cuando se habla de subejercicio se debe hacer referencia a un periodo ya concluido. Lo que se haya programado en ese tiempo y no se haya ejercido podrá ser considerado un subejercicio. Por eso, no es correcto lo que hacen determinados medios de comunicación y algunos comentaristas al decir que en Veracruz se tiene un subejercicio de 72 mil millones de pesos en el primer semestre del año, cuando esta cifra es más bien el presupuesto que falta por ejercer en el segundo semestre, que está corriendo.

Tal vez la confusión provenga de la propia presentación de los informes trimestrales que ha sido resultado de la costumbre y no de una exposición apropiada.

De acuerdo al segundo informe trimestral de la Secretaría de Finanzas y Planeación del Gobierno de Veracruz, SEFIPLAN, de un presupuesto anual de 155 mil 900 millones de pesos se han ejercido 83 mil 743 millones, es decir, 53.7% del total anual, lo cual es una buena cifra a mitad del año. Los 72 mil 157 millones que falta por ejercer se presentan como subejercicio, cuando en realidad no lo es. Seguramente el tercer informe trimestral registrará un avance sustancial en el ejercicio de esos 72 mil millones restantes y para final de año se ejercerá el resto. Y todavía, según la norma federal o estatal, podrían ejercerse algunos recursos rezagados del año anterior en el primer mes del siguiente año si estuvieran ya comprometidos a través de un contrato en firme.

Si fuera el caso de que lo programado en un trimestre no se hubiera ejercido, tendríamos sí, un subejercicio temporal. Y éste, aún, puede tener múltiples explicaciones. Por ejemplo, que los proyectos técnicos tengan que reconfigurarse por haberse encontrado problemas en su desarrollo; otra puede ser el incumplimiento de la empresa o empresas a cargo de las obras, uno más por razones sociales, cuando se presenta una protesta social en alguna obra. Y hay otras.

En todos estos casos habría retraso en los pagos que ya estaban programados en ese periodo.De ahí el subejercicio financiero. Pero también pudo haber habido ahorros por licitaciones donde se hubieran obtenido menores precios a lo presupuestado, por ejemplo. En tal caso se pagaría menos de lo programado, es decir, habría un subjercicio que en este caso sería positivo para las finanzas públicas. Todos estos elementos habría que tomarlos en cuenta para no hablar a la ligera en un tema que tiene una mayor complejidad de la que quisiéramos.

Lo que está detrás de las críticas infundadas y el humo que se genera es el propósito de ocultar el buen desempeño de las finanzas estatales en esta administración, de lo que hablaremos en próximas entregas.

marco.a.medinaperez@gmail.com