Invertir en nuestro planeta




 “La tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra”. Jefe indio siux Sealth.

Desde la celebración del primer Día Mundial de la Tierra, hace ya más de medio siglo, la conciencia medioambiental ha pasado de ser una cuestión marginal a convertirse en una preocupación general compartida en todo el mundo.

El Día de la Tierra es un día conmemorativo y celebrado en muchos países. Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día en 1970, donde más de 20 millones de norteamericanos se movilizaron para aumentar la escasa conciencia sobre la fragilidad del planeta; quería crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales.

En 1990 se organizó de nuevo el Día de la Tierra, esta vez en todo el mundo. La celebración fue todo un éxito: más de 1000 organizaciones de la sociedad civil (ONG) organizaron actos en 140 países y se estima que participaron del orden de 200 millones de personas.

Las Naciones Unidas reconocieron que la Tierra y sus ecosistemas son el hogar de la humanidad y para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, era necesario promover la armonía con la naturaleza y la Tierra. Es por eso que decidieron designar el 22 de abril como el “Día Internacional de la Madre Tierra”.

Este año marcó el 52 aniversario de esta festividad bajo el tema “Invertir en nuestro planeta”, que tiene como objetivo alentar a todos para actuar contra el cambio climático.

El cambio climático está afectando a todos los ecosistemas, provocando nuevos problemas de salud y afectando a la economía mundial, necesitamos construir una ciudadanía global fluida en el concepto de cambio climático e inspirada en la educación ambiental para actuar en defensa del planeta. Tenemos la oportunidad de restaurar la Tierra y hacer frente a estos problemas y debemos hacerlo no solo porque nos preocupamos por el mundo natural, sino porque vivimos en él. Un planeta sano no es una opción, es una necesidad.

A medida que la crisis climática se vuelve cada vez más grave, cada nuevo Día de la Tierra adquiere una mayor importancia. De hecho, los datos muestran que las emisiones globales de CO2 siguen creciendo, las temperaturas medias se elevan alarmantemente provocando veranos más calurosos cada vez e inviernos más devastadores, el deshielo de los polos, los plásticos dentro de los estómagos de los peces, etc. Todos estos factores aceleran el desequilibrio natural de la Tierra y ésta no tiene capacidad para una regeneración tan rápida; los menajes de este año se centran en que necesitamos actuar (audazmente), innovar (ampliamente) e implementar (equitativamente).

Empresas, gobiernos y ciudadanos somos responsables de llevar a cabo una verdadera alianza por el planeta, el Día de la Tierra es la ocasión ideal para para hacer un balance de dónde nos encontramos en esta batalla. Lo que todos deberíamos buscar es la manera de vivir de un modo sostenible en nuestro planeta.

Todos los días son el día de la Tierra.

El tiempo es corto, invirtamos en nuestro planeta.

#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.



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