Generación de cristal



Generación de cristal

No es algo nuevo que, a través de los siglos, cada generación de jóvenes ha tenido retos que superar. La brecha generacional entre padres e hijos siempre será el mayor desafío.

En mis años de juventud no existían tantas distracciones como existen hoy, y crecimos como hijos de familia hasta que salíamos de casa para comenzar nuestra propia familia.

Había por supuesto cierta rebeldía, pero la mayoría de los jóvenes manteníamos los estándares y los valores familiares. Había mucho respeto y todos teníamos responsabilidades en el hogar.

Eran otros tiempos, es verdad. Cuando me tocó ser madre de adolescentes en los años setenta, fue en la época que los “hippies” estaban en su apogeo y las drogas y la revolución sexual comenzaban a ser un problema entre la juventud.

Las modas estrafalarias y los cabellos largos eran símbolo de rebeldía. La sociedad de ese tiempo se escandalizaba ya que se comenzó a experimentar una rebeldía contra lo establecido.

Y así, las cosas en cada generación han ido cambiando. Tal parece que los padres de adolescentes y jóvenes de este tiempo la tienen cada vez más complicada.

Hoy la tecnología, las plataformas digitales y las redes sociales han hecho imposible la comunicación entre padres e hijos y han hecho más grande el abismo generacional.

La falta de responsabilidades en los hogares, esta idea de muchos padres de darles a sus hijos todo aquello que ellos no tuvieron y la falta de disciplina, terminaron por crear una generación a la que se le conoce como la “Generación de Cristal”.

'Generación Z'

Generación de cristal

La Generación de Cristal, que también es conocida como “Generación Z”. Son los jóvenes nacidos después del año 2000 y sus padres fueron personas que sufrieron carencias y tuvieron medidas disciplinarias más drásticas y por ellos se esfuerzan para que a sus hijos no les falte nada.

Estos jóvenes suelen ser más frágiles, inestables, inseguros y pueden llegar a tener poca tolerancia a las críticas y el rechazo. El asunto es que muchos de ellos están formando hogares disfuncionales pues sus relaciones las inician con personas que conocen a través de las redes sociales y no hay compromiso.

Muchos de estos jóvenes tienden a deprimirse fácilmente cuando no logran sus objetivos ya que están condicionados a premios, recompensas y negociaciones.

Hay mucha presión con la falsa imagen del “’éxito” que se maneja en muchos círculos que frecuentan. Es por eso que muchos de los jóvenes de esta generación buscan destacar uniéndose a protestas de asuntos sociales que tienen que ver con la igualdad y las injusticias, buscando que sus voces sean escuchadas.

Hay que decir, que, aunque cada generación ha tenido sus desaciertos, también hay cosas positivas que han aportado y de las cuales podemos aprender.

A través de la tecnología esta generación ha abierto puertas a diferentes partes del mundo y nos han acercado a lo lejano. La vida es hermosa, pero tiene sus retos y desafíos para cada generación.

Lo que sí queda claro es que los jóvenes pueden transformar el mundo.

Ann Landers escribió:

“Tus hijos no tendrán éxito por lo que hiciste por ellos, sino por lo que les enseñaste a hacer por sí mismos”.

El gran reto para los padres de estas nuevas generaciones es abrirse más al diálogo con sus hijos. Estoy con todos esos padres y madres que hoy tienen el desafío y la oportunidad de formar una generación fuerte, que use su inteligencia y libre albedrío para alcanzar todo lo que se propongan.



Más columnas

Rafael Alfaro Izarraraz

Secreto a voces: Ascenso y caída de Enrique Alfaro

Columna: Secreto a voces: Ascenso y caída de Enrique Alfaro


Día del Niño: conoce ocho datos que no te puedes perder de la Isla Jurásica de Coatzacoalcos

Columna: La Isla Jurásica de Coatzacoalcos es sin duda una de las mejores atracciones en la ciudad para los más pequeños.


José Luis Pérez Cruz

Ana Isabel Cruz Hernández
×