El famoso ‘Guacamaya Leaks’ revivió al exfiscal de Justicia de Veracruz, Jorge “N”, de quien ya ni siquiera sus cronistas se acordaban.
Pero con el hackeo a los archivos de la Sedena se reveló que siempre lo mantuvieron espiado por tratarse de un delincuente peligroso para la “Cuatro T” desde que el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, comenzó a desgastarlo mediáticamente y después fue destituido por la Comisión Permanente de la Legislatura.
Al extitular de la Fiscalía se le vio por última vez en la audiencia donde se le impuso prisión preventiva por un año en julio pasado.
En esa ocasión cuentan los que estuvieron presentes que se le veía contento pese a su tragedia, pues una exfuncionaria de la FGE lo acompañó y constantemente le daba ánimos con estruendosos besos.
Cuando se dictó la sentencia el exfiscal pidió que le hiciera llegar todo el expediente porque lo revisaría en su celda del Cereso de Pacho Viejo a donde se suponía que purgaría toda su condena.
Lo que nadie sospechaba es que días después el exabogado de la familia Yunes sería trasladado al penal de máxima seguridad de Almoloya donde apenas una vez por semana puede ver los rayos del sol.
Y es justo ahora que las piezas del “rompecabezas” se empiezan a unir porque después de casi tres años prófugo de la justicia según los datos de Sedena, Jorge “N” anduvo a “salto de mata” moviéndose entre Puebla, Querétaro, Ciudad de México y por supuesto Puerto Escondido Oaxaca.
Pero a pesar de todos los trabajos de inteligencia del Ejército Mexicano queda el “tufo” que hubo una traición de los Yunes del Estero sobre todo porque se recuerda que el implicado soltó a sus captores: “No me voy a ir solo”.
El exfiscal sabía que lo habían entregado sus ex patrones para salvar su “pellejo” de cara a lo que pudiera venir en el 2024.
Lo último que logró contar antes de su mudanza es que estaba seguro de que el exalcalde Fernando Yunes Márquez lo había “empinado” en el altiplano a cambio de impunidad.
El exedil estaba consciente de sus pecados en el ayuntamiento donde el ORFIS contabilizó un daño patrimonial por 113 millones de pesos tanto solo en el ejercicio fiscal 2021.
Al delatar donde se escondía Jorge “N” Fernando Yunes da por descontado que ha librado la cárcel, negociación que se confirmará o desechará muy pronto ya que también se dice que se comprometió a no buscar la candidatura a gobernador. Es decir dos ofrendas para salvarse de la cárcel.
MUY EN CORTO
Ciudades Judiciales. La esmeralda perdida
Autorizadas en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares, con la complicidad y voracidad de quien fuera el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Alvarez Peña, surgió el “negociazo” del siglo con el que se harían millonarios los empresarios y socios mutuos del gobernante, la familia Ruiz Ortiz y por supuesto los funcionarios.
A las empresas del corporativo Ruiz, como la constructora Malibrán y otras compañías se les autorizó la construcción y operación de estas bajo contratos de la Asociación Público-Privada para la construcción de las 20 ciudades judiciales.
En abril del 2021 la actual titular del TSJE, Inés Romero Cruz buscó a través del Congreso Local frenar dicho acuerdo, que fue concretado desde el bienio 2016-2018 y a partir de la llegada de Romero Cruz se han hecho los respectivos intentos por echar abajo el negocio sin precedente del poder judicial, durante el gobierno de Yunes Linares y la administración del Poder Judicial de Edel Álvarez.
La actual titular ha dicho que de seguir estos proyectos que consideran 20 en total, de los cuales aún doce no han iniciado en su construcción, el Poder Judicial quedaría “ahorcado”, pero parece que el Congreso del Estado debe poner más interés e intervenir y hacer la parte que le corresponde.
“Pero yo como presidenta del Tribunal sí quiero que se rescindan los contratos. Ojalá se pueda hacer antes de que concluya mi periodo como presidenta del Tribunal Superior de Justicia”, diría Romero.
Y es que si se toma en cuenta que 4 de las 20 ya están operando y han costado al erario 260 millones de pesos al Poder.
De continuar o no este megaproyecto millonario para la empresa Malibrán, propiedad de los Ruiz, a su vez, los más beneficiados con la obra pública durante el gobierno de Yunes Linares, lo cierto es que va a quedar en el limbo la entrega en diferentes partidos de cientos de millones de pesos todavía en este periodo, ya con Morena al frente del gobierno, entregados por Sefiplan, y que fueron para dicho acuerdo.
¿O acaso no se debe investigar por qué se hicieron esos pagos en su momento ya en el nuevo gobierno?
/pn
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