En México, el término "ultraderecha" se utiliza para describir a grupos, movimientos de individuos con ideologías políticas extremadamente conservadoras, autoritarias y contrarias a los valores progresistas. Estos grupos suelen enfocarse en temas como la defensa de tradiciones culturales y cuasi religiosas, del rechazo a la inmigración pobre, oposición a políticas de izquierda o progresistas, y en algunos casos, la promoción de un nacionalismo excluyente. Hoy la ultraderecha no tiene una presencia tan organizada o prominente como en otros países, pero existen grupos y movimientos que pueden ser identificados con ideologías de extrema derecha. Estos grupos suelen caracterizarse por su fascismo extremo, conservadurismo social y en algunos casos, por posturas pro-globalización y anti-comunismo.
Los gobiernos de Europa se columpian entre la desaparición o sumisión a la lucha por defender al capitalismo imperial, en pugna por el dominio del mundo. No son capaces de adoptar una política propia e independiente, pues su dependencia es con las corrientes globalistas anglosajonas, ya que los bancos en favor de las grandes multinacionales se lo impiden. Juegan con el apoyo del sistema para que no mermen a sus intereses y sobre todo no movilicen a las clases trabajadoras en cuya alienación y desinformación colaboran.
En la última década hemos observado un ascenso electoral de los partidos de extrema derecha en varios países, afectando, en favor o en contra, tanto a democracias occidentales ‒Italia, Hungría, los Países Bajos‒, como a sociedades en desarrollo ‒como India, Turquía o Brasil‒. Ante un rechazo unánime de las instituciones y de los valores neoliberales, poniendo en peligro la unidad de las democracias globales ante la amenaza creciente de los grandes intereses del capital trasnacional. La ola global ultraconservadora, autoritaria nacionalista y libertaria. La ultraderecha se posesionó con Georgia Meloni en Italia y Viktor Orbán de Hungría, tras el intento de Alice Weidel de la AFD Alemania que cayó para arriba, con la visión fascista de Vox en España y Verastegui en México.
Hay que resaltar que la extrema derecha defiende una visión conservadora y promueve políticas que limitan derechos individuales a favor de un orden tradicional, basado en la identidad nacional, la religión y la autoridad de Estado y se identifica con el ultraliberalismo, conservadurismo, racismo, xenofobia, negación al cambio climático y sobre todo su oposición a ideologías progresistas como los derechos de las mujeres, la legislación al aborto y la libertad de preferencias sexuales, y sobre todo la distribución del recurso público a la pobreza nacional. Para potenciarse en Hispanoamérica, erradicando a los gobiernos progresistas (Brasil, Venezuela, Cuba, Honduras, Chile, Colombia, Uruguay y México) que defienden la libertad, el nacionalismo, la soberanía de sus pueblos.
En su discurso de toma de posesión a su segundo mandato, Donald Trump exclamó: "Fui salvado por Dios para hacer que Estados Unidos sea grande otra vez" al recordar el intento de asesinato que vivió en julio de 2024. Ahí Junto a los grandes trillonarios, propietarios de las principales redes sociales, junto a Milei de Argentina, presencial, y Nayib Bukele, de El Salvador, su par ecuatoriano, Daniel Noboa y el opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, Santiago Peña de Paraguay, y la golpista Dina Boluarte, de Perú, todos en cuarto contiguo, viendo la toma de posesión en pantalla. Son los modelos para el nuevo gobierno MAGA/ 2025.
Trump dolariza a Bukele, pagando, solo por un año, 20 mil dólares por cada uno de los 238 venezolanos adversos a su sistema, cerca de 6 millones de dólares, solo este año, entregados para enviarlos a su mega cárcel y convertir a ese país centroamericano en la nueva Guantánamo. El saludo nazi de Eduardo Verástegui, emulando al realizado por Elon Musk y posterior al de Steve Bannon, ex asesor de Trump. Milei defendió el saludo nazi de Elon Musk, amenazando “tiemblen estos zurdos hijos de puta”, proclamándose como: el primer presidente liberal libertario, (sic): “Yo soy un liberal libertario, filosóficamente, soy un anarquista de mercado”. La nueva política asoma la cabeza.
“En días pasados se realizó en México el encuentro regional de la Mont Pélerin Society (MPS), organización creada en 1947. Dentro de esta tendencia, los libertarianos (también conocidos como libertarios) han logrado adquirir cada vez mayor relevancia y, tal como sucede en otras partes del mundo, han logrado generar interés en algunos sectores políticos de México, por el momento situados en la oposición partidista y sectores de la sociedad civil organizada desde arriba. Los libertarianos suelen caracterizar a cualquier gobierno modestamente progresista o de izquierdas como autoritario/populista o totalitario, además de advertir un permanente riesgo para la libertad”. (Mauro Jarquin Ramirez. Los libertarios avanzan en México.La Jornada”.
De ahí que la ultraderecha nacional encabezada por Eduardo Verastegui, actor, asesor de Donald Trump, frustrado aspirante independiente, en el 2024, a la Presidencia de México, declaró la debacle del Partido Acción Nacional, invitándolos a sumarse a su movimiento, llamado para no permitir --les roben el alma-.
Mientras tanto, el pasado 24 de febrero, el Movimiento Viva México, de Verástegui, fue aprobado por el Instituto Nacional Electoral (INE) para convertirse en un nuevo partido político en México, ahora con la bendición de Donald Trump, Verástegui, declaró: “Nosotros somos la verdadera derecha, aunque hay quienes dicen que también lo son, en realidad son lobos disfrazados de ovejas y nunca vamos a negociar con quienes no defiendan a la familia y la vida antes de la concepción. En México, el PAN ha muerto”. (El País).
En medio del proceso de cambio, hay una voluntad de participación social muy importante y tiene que estar presente en la propuesta de la movilización de las conciencias. El protagonismo popular directo que en el estallido social es muy visible, no solo en la calle sino en las asambleas comunitarias. Estas cosas toman tiempo, el cambio más radical de una sociedad se produce cuando sectores de esa sociedad se desafilian del orden y construyen sus propios modos de vida u otra forma de socialización autónoma. Y que en muchos casos, cuando los movimientos sociales van en esa dirección, se vuelve vigente lo expresado por Antonio Gramsi: “Una sociedad entra en crisis cuando lo viejo no termina de morir, ni lo nuevo termina de nacer”.
O lo que es coincidente: “Una nueva vida no puede empezar sin que muera la antigua”, como dijera la mamá de Goliat en la serie La Casa de David de Prime Video.
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