Si en los últimos tiempos las encuestas electorales han permitido tener una idea de cuáles son los candidatos en punta, también han reflejado que los resultados esperados habrán de ser necesariamente inciertos; se cumple así con una de las reglas de oro de la democracia, ya que la incertidumbre es prácticamente una constante de todos los procesos. Es probable que el clima político se vuelva aún más polarizado y antagónico.
Es evidente el avance de la influencia del crimen organizado en el proceso electoral, especialmente a nivel local. Una cosa está clara: el tiempo poselectoral actual es también preelectoral y el camino hacia 2023-2024 ha comenzado oficialmente. Los cambios de personal a nivel de gabinete anunciados por AMLO proporcionarán los primeros indicios de cómo se ordena la relación de fuerzas dentro de MORENA, así como la renuncia inesperada en la Secretaría de Economía por Tatiana Cloutier y la colocación de Raquel Buenrostro en el tablero político, del año diez meses restantes. Uno puede estar tan expectante aquí como en el lado opuesto.
En el 2023 están en pugna dos gubernaturas estratégicas del desarrollo nacional: el Estado de México y Coahuila, junto a sus congresos locales y renovación de alcaldías. Las principales encuestadoras de México y Estados Unidos dan la ventaja a Morena en ambas entidades, aunque puede haber sorpresas como acuerdos “debajo de la mesa” entre partidos opositores y Morena. Todo es posible, como refiere la canción: En la viña del Señor.
Próximo está la convulsión política, después de la tempestad mediática de la Guardia Nacional hacia el 2028 y que corresponde ahora a la reforma electoral. Hasta ahora no existe iniciativa oficial presentada, ni por el ejecutivo ni por algún legislador de Morena. Únicamente tenemos como pista una propuesta de reforma, de la autoría del senador Ricardo Monreal, donde la austeridad se propone como elemento central reducir diputados plurinominales, consejeros y magistrados electorales. Ya que, el INE recibió de Hacienda un “fuerte pellizco” para el 2023. Las cartas están por echarse en lo que resta del 2022.
En lo referente al proceso electoral del 2024 con la presidencia de la República, el congreso en su totalidad, diputados y senadores, el resto de las entidades federativas, sus congresos locales y ayuntamientos, entre los que destaca Veracruz, tercera reserva electoral de la Nación. Para Veracruz está condicionada, por el momento, a la respuesta de la Suprema Corte de Justicia, ya que admitió a trámite para invalidar o no, la reforma que permita a la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, contender por la Gubernatura de Veracruz, por a no haber nacido en esa entidad ni ser residente.
Lo que dejaría una tercia en Morena con Sergio Gutiérrez Luna a la cabeza, Manuel Huerta de Bienestar muy de cerca y algo retirado Eric Cisneros titular de gobierno del estado, y nadie más. Por el PAN y sus satélites, la triada yunista de dos de los hijos y una de sus nueras, de Miguel Ángel Yunes Linares, contendiendo con el ultraderechista, que cuenta con la bendición de la española Vox y pero muy alejando de Georgia Meloni de Italia, Julen Rementería, socio de parquímetros y ahora constructor de varios condominios en el fraccionamiento Reforma del puerto jarocho, ojo eh? , y finalmente MC con Dante como su única carta a menos que quiera perder el registro en la entidad con Del Río Virgen. El PRD ni de zombie asusta.
En la grande, como se dice en el argot político, solo se reconocen tres contendientes de Morena, dignos de consolidar la Cuarta Transformación. Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, en ese estricto orden no solo por experiencia política y sólida formación ideológica. En el PRI despunta la siempre inteligente, astuta y audaz de Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid y párenle. Por el PAN se debate en la desgracia total están Santiago Creel, Quadri, Lily Téllez y Claudio equis. Por el MC solo con la carta del pasado, Luis Donaldo Colosio hijo, sin experiencia política ni formación administrativa solo arañando el nombre el papá asesinado. Al PRD le resta agarrarse de las faldas panistas, porque solo no llega ni a la esquina.
Del caso de Morena, quien encabeza ahora las encuestas es Marcelo Ebrard, quien posee larga carrera política exitosa es Marcelo, quien conoce las entrañas del poder dentro y fuera del país es Marcelo, quién garantiza una transición benéfica al país es Marcelo. Claudia Sheinbaum posee línea directa de AMLO, pero su evidente fracaso electoral de alcaldías “ex defeñas” y un carisma mediático muy discutible, en el caso de Adán Augusto su arrastre ciudadano se concentra en Tabasco y parte de la CDMX, ya que casi nadie lo conoce en el resto del país, lo que lo debilitaría enormemente.
Marcelo Ebrard jugaría el 1-2 con Ricardo Monreal, experimentado político mexicano y extraordinario conciliador. Su gran fortaleza estriba en la política exterior, no por el puesto. AMLO miró hacia adentro, el sucesor debe escudriñar hacia afuera para consolidar el interior.
“Actualmente, México enfrenta una crisis existencial sin precedentes en su historia reciente, su modelo económico, su tecnología, su sociedad y su ambiente natural se mueven con consecuencias difíciles de predecir. Sin embargo, el cambio tecnológico está produciendo cambios drásticos en los modelos de negocios basados en los rendimientos a escala, la eficiencia y el mejoramiento de productos en cadenas globales de valor.
Paradójicamente, las plataformas tecnológicas globales cada vez más centralizadas facilitan la innovación y la creación de nuevos mercados locales y regionales al conectar lo local y lo global. La tecnología está transformando la naturaleza del comercio y del trabajo. Los trabajos cognitivos y manuales rutinarios, la entrada actual a la clase media, están siendo desplazados por la automatización, la inteligencia artificial y la economía basada en trabajos puntuales de corta duración, lo que llamamos la economía de la chamba.
El futuro resultará desafiante para México, como para todas las sociedades. Las soluciones deben venir de una conversación a nivel nacional entre todas las regiones y sectores sociales”. (Wilson Center).
En el pasado Foro Económico Internacional, Klaus Schwab destacó que “La medida en que la transformación sea positiva, dependerá de cómo naveguemos los riesgos y las oportunidades que surjan en el camino”. Durante el encuentro, distintos ponentes presentaron las perspectivas del entorno presente y futuro para nuestro país, resultando particularmente relevante los planteamientos sobre las tendencias en materia de inversión que enfrenta la región, específicamente en el contexto del reacomodo de los procesos de inversión y de producción a nivel global. Y va que viene.
/ct
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