En diversos medios de comunicación ha circulado la noticia de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación suspendió la ampliación del Puerto de Veracruz debido a quejas por daños ambientales, lo que genera desconcierto, porque es bien sabido que para que nuestra ciudad siga teniendo la relevancia adquirida a lo largo de su historia, debe de ampliarse y mejorarse el puerto del mismo nombre.
Dicha suspensión, originada por un amparo indirecto promovido desde el año 2016 por dos personas de la zona conurbada, ha puesto en entredicho miles de millones pesos invertidos y otros tantos por invertir que generarán cientos de empleos directos y miles de indirectos que se requieren con urgencia para darles un trabajo digno a quienes lo necesitan para sostener a sus familias.
Igualmente se corre el riesgo de que ante tales decisiones, las empresas que pensaban invertir en Veracruz para aprovechar la ampliación portuaria, decidan no hacerlo o llevarse sus capitales a otros puertos o a otras naciones, donde haya menos incertidumbre que aquí, donde un día las autoridades dicen que sí y seis años después resuelven que siempre no; cuando ya ser hicieron inversiones multimillonarias.
Desconozco si los argumentos presentados por las personas que interpusieron el amparo antes citado están bien fundamentados o son solo fruto del protagonismo que abunda en nuestra patria.
Suponiendo sin conceder que tuvieran razón, pregunto: ¿No pudo la SCJN darle celeridad a la resolución citada evitando a tiempo que se hicieran inversiones y se generaran empleos que ahora están en riesgo?.
Otro tema: A decir verdad es muy difícil que cualquier obra de tales dimensiones no genere afectación al medio ambiente. Pero la tecnología y la buena disposición de las partes permiten encontrar siempre medidas de mitigación que pueden compensar de manera sobrada los posibles perjuicios ocasionados.
Es muy cómodo hablar de las afectaciones que la ampliación del puerto pudo provocar, pero se ignora el cumplimiento de muchos requerimientos impuestos por las autoridades ambientales para autorizar dicha ampliación, entre ellas el traslado de los corales existentes en la zona de la ampliación hacia áreas donde no resultarían afectados, trabajo titánico que se realizó en forma manual y salió carísimo. Tampoco se menciona la afectación a la zona arrecifal debido al tratamiento incompleto de las aguas negras.
Menos se menciona que los arrecifes de coral son afectados también por el sedimento que arrastran los ríos al mar, debido a la tala inmisericorde de los bosques aguas arriba. Dicho sedimento cubre el coral y éste al no recibir la luz solar, simplemente muere.
Hasta donde yo sé, nadie se ha amparado contra la tala inmoderada de la vegetación que provoca la erosiona del suelo por la lluvia y termina azolvando los ríos. Además de provocar inundaciones, acaba matado el coral.
Me parece que los señores magistrados, antes de aplicar la Ley a rajatabla, debieron analizar con detenimiento cuál podría ser el resultado de su resolución, antes de emitirla. No fuera a suceder que por cuidar una cosa, se causaren males mayores a la comunidad que el bien que se intenta proteger.
Por otro lado deseo precisar, para no dejar lugar a dudas, que el respeto al medio ambiente es esencial para la salud e incluso la sobrevivencia del ser humano; pero que ante hechos consumados como el que aquí se narra, debieron las autoridades correspondientes establecer plazos estrictos para determinar con precisión qué medidas de mitigación deberán aplicarse y a qué costo, para que de ser necesario se consigan los recursos para llevarlas a cabo.
Dejar los cabos sueltos y esperar la integración de una comisión internacional que determine lo procedente, es simplemente algo sumamente tardado, lo que nos llevará por cuestiones burocráticas a seguir retrasando nuestra ampliación y nuestro progreso.
Algo adicional que debemos tener muy claro: Los especialistas internacionales que viniesen a asesorarnos, pudieran tener intereses particulares que defender y también existe, (aunque remota), la posibilidad de que hagan lo necesario para que Veracruz no sea un puerto que compita con los de sus países de origen, ya sea retrasando los resultados de tales estudios o proponiendo medidas de mitigación que sean impagables, porque pararían por tiempo indefinido la ampliación que nos urge tener.
Confío en que las autoridades de todos los niveles que tienen que ver con estos temas, encuentren pronto una solución al caso, (el cual resulta vital para nuestro desarrollo) y no se vaya a quedar éste durmiendo el sueño de los justos.
Hay la idea generalizada de que cada vez que la burocracia forma un comité para resolver algo, las cosas que se solucionarían en dos o tres meses, se lleven varios lustros.
Ojalá y en este caso esté equivocado.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.
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