Viuda de repartidor, teme quedar en el desamparo

Desconsolada por haber perdido a su esposo y padre de sus hijos, al ser aplastado por un viejo árbol de pino; la señora Gloria Esperanza Morales Rivas, pide al ayuntamiento no dejarlos desamparados.

Con la mirada triste y aún sin asimilar la muerte de Ramón Arias Hernández de 38 años, su esposa narró que su compañero de vida, trabajaba como repartidor de agua purificada.

Relató que la mañana del miércoles salió de su domicilio ubicado en la calle Zepoala número 532 en la colonia Teresa Morales de Delgado, para cumplir con su jornada laboral y llevar dinero para los gastos de la casa.

Sin embargo, la muerte lo sorprendió al momento que se dirigía a entregar unos garrafones de agua sobre el boulevard Manuel Ávila Camacho con dirección al norte rumbo a las escolleras, cuando el tronco de un árbol de pino le cayó encima y lo aplastó.

La señora Gloria Esperanza, señaló que tras darse el fallecimiento de su esposo, recibió el apoyo y acompañamiento de las autoridades municipales por instrucciones del alcalde Amado Cruz Malpica, quienes cubrieron los gastos funerarios.

“Ahorita si me están apoyando, pero más adelante no sé, yo solo pido una indemnización para mis hijos, para mí, porque yo soy madre sola, ya me quedé sola con ellos, tengo cuatro niños”, señaló la agobiada mujer.

Asimismo, pidió a la autoridad municipal que el acompañamiento no sea solo momentáneo, y que después se vayan y ya no vuelvan a estar al pendiente de las necesidades de ella y sobre todo de sus hijos.

“Luego se deslindan, es importante que me respondan con un apoyo, una pensión alimenticia para mis hijos, yo no puedo trabajar, quién los va a cuidar?, a eso se dedicaba mi marido, él trabaja y yo cuidaba a los niños, a parte que tengo uno en la primaria, secundaria, preparatoria y universidad”, indicó la viuda.

LO DESPIDEN

Familia, amigos y vecinos acudieron al velorio del trabajador en su humilde domicilio, después llevado a una capilla donde le celebraron una misa de cuerpo presente y posteriormente fue trasladado al panteón de Lomas de Barrillas, dónde recibió cristiana sepultura.