Sazón del istmo; las inigualables garnachas oaxaqueñas, en Coatzacoalcos (+Video)

La tradicionales garnachas oaxaqueñas, con ese gran sazón del istmo, pueden encontrarse en el camellón de la avenida Pedro Moreno casi esquina con Miguel Hidalgo, lugar donde las prepara doña Idalia Toledo Sarabia.

“¿Aún alcanzo jefa’” refiere uno de los tantos comensales que acuden a saborear las garnachas o picadas como también les llaman a ese tradicional platillo con un sabor inigualable.

El sabor que tienen estas garnachas o picadas como también les llaman, también tiene mucho que ver las salsas que utilizan para condimentarlas, siendo por ello que son muy buscadas.

Doña Idalia Toledo Sarabia, originaria de San Blas Atempa Oaxaca, señala que durante muchos años las vendieron en el callejón Bremont con su mamá Laura (fallecida hace un par de años), para posteriormente irse a la avenida Miguel Hidalgo muy cerca del Mercado Morelos.

Desde hace siete años vende sus garnachas, tacos de barbacoa, champurrado y atole blanco, así como agua de jamaica, en el camellón de la avenida Pedro Moreno casi esquina con Hidalgo, donde le auxilian sus hijas Teresita de Jesús e Isabel.

La picada o garnacha se elabora con la base de masa al que se le agrega repollo picado, carne picada, cebolla, salsa roja condimentada, pasándola al recipiente con aceite donde se fríe y posteriormente se le coloca una generosa capa de queso.

Una vez servida, a la picada se le agrega salsa verde o una de cebolla picada con chile habanero que le da un toque de picor sumamente interesante, para refrescarse con un vaso con agua de jamaica bien fría.

“Están muy buenas, muy sabrosas por lo que he venido muchas veces, yo me como de tres a cuatro picadas”, señaló don Ricardo quien al igual que otras personas que pasan por las cercanías del Mercado Morelos, aprovechan para probarlas.

El servicio lo brindan desde las siete de la mañana a dos de la tarde, tomando un día para descansar que bien puede ser el lunes o el miércoles, ya que no lo tienen bien definido.

La gente las busca y sobre las disfruta, al tener un gran sabor con un sazón propio del istmo inigualable.