Miguel Ángel Toledo Orozco, padre de una de las jóvenes fallecidas en la tragedia del río Calzadas el 13 de julio del año pasado 2024, denunció ser víctima de amenazas por parte de una mujer que presuntamente se dedica a robar predios en Coatzacoalcos.
El empresario porteño por medio de sus redes sociales señaló que, durante la noche del día de ayer, viernes 03 de enero, un grupo de individuos armados llegaron a terrenos de su propiedad localizados en las inmediaciones del fraccionamiento Puerto Esmeralda, al poniente de la ciudad.
Como los supuestos sicarios no lo hallaron, los retó por medio de una publicación en Facebook a que el día de hoy, sábado 04 de enero, los espera en este mismo sector para resolver el tema.
Agregó que estos hombres presuntamente fueron mandados por una femenina identificada como Raquel, quien, de acuerdo a Toledo Orozco, se dedica a robar terrenos por diversos puntos de Coatzacoalcos y que, además está protegida por las autoridades, incluyendo la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
"Señora gobernadora del estado dicen q es su protegida la señora que invade terrenos, sobre su consciencia mi muerte por proteger a delincuentes, si es que es verdad lo que dicen", enfatizó en su publicación.
Cabe destacar que, hace unos días el mismo Miguel Orozco reveló que hablaría temas acerca del accidente donde su hija perdió la vida.
Este mismo empresario denunció públicamente en septiembre del 2024, que estaba siendo asediado por extorsionadores, pues afirmó en una publicación de Facebook que era blanco del llamado "cobro de piso".
"¿Ando sin chamba, Acabo de enterrar a mi hija debo hasta el terreno del panteón y todavía la delincuencia me dice que tengo que pagar piso?", compartió en la red social a solo dos meses del siniestro donde falleció Kataline.
La noche del día sábado, 13 de julio de 2024, un grupo de jóvenes celebraban su egreso de la universidad en un salón de eventos ubicado en las calles Agua Marina y Perla de la colonia Elvira Ochoa de Coatzacoalcos. Sin embargo, cerca de las 20:30 horas del citado día trascendió que la camioneta Chevrolet Suburban en la que los muchachos se desplazaban estaba cerca de una zona inclinada; además de estar en posición de neutral y sin freno de mano.
Debido a esto, el vehículo se movió solo y cayó al afluente sin que ninguno pudiera escapar, ya que, la unidad estaba blindada y no había forma de abrir puertas o ventanas por dentro, convirtiéndose en una trampa mortal para los siete porteños que celebraban su regreso a la ciudad y la culminación de sus estudios.
Las labores de rescate fueron complicadas debido a la fuerte tormenta que esa noche azotaba la ciudad, así como por el peso de la camioneta, por lo que se requirió el trabajo de tres grúas para poder sacarlos del agua.
Las víctimas de este fatal accidente fueron identificadas como: María Díaz Pelayo (21 años), Mayra Reyes Sánchez (21 años), Pablo López Guerrero (21 años), Luz Paulina Hernández (22 años), Katelin Toledo (21 años) Julio Vizcaino (22 años) y Perla Álvarez Pacheco (22 años).
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