Noemí y Álvaro de Jesús viven el amor a ciegas, así es como ellos definen su relación sentimental que comenzó presencialmente desde febrero; ella se gana la vida cantando y él como psicólogo y quiropráctico, demostrando que la invidencia no es limitante para salir adelante.
Desde pequeña Noemí Trejo canta, aunque tiene cuatro años haciéndolo como una forma de ganarse la vida, por lo que lo mismo canta en una esquina, mercado o local donde le permita colocarse junto a su novio Álvaro, siempre acompañados de sus bastones, bocina y un micrófono.
“Primero empiezo a trabajar en restaurantes lavando trastes, o cantando en la calle, pero lamentablemente no siempre hay trabajos u oportunidades, antes pedía (dinero en las calles) pero mejor opté por cantar y a veces me dan chance en las calles o a veces no, llego y pido permiso para cantar”, indicó Noemí, quien tiene 26 años.
Noemí tiene ceguera completa desde nacimiento, por desprendimiento de retina y cataratas en un ojo y por glaucoma en el otro, por lo que cantar es el oficio con el que ella apoya a Álvaro, quien es psicólogo y quiropráctico, pero no siempre tiene trabajo.
De acuerdo con el Censo de Población del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en Veracruz existen 210 mil 674 personas con diversos grados de discapacidad visual, de los cuales 9 mil 498 viven en Coatzacoalcos, tal como Noemí y Álvaro de Jesús.
Álvaro de Jesús Díaz tiene glaucoma congénito, pero a sus 33 años esto no es algo que lo detenga, pues pudo prepararse profesionalmente para enfrentar la vida.
“Ha sido difícil, porque a veces nos enfrentamos a la poca información o a la ignorancia de las personas, somos de los grupos más vulnerables, de las discapacidades más castigadas por la sociedad, a alguien con otra discapacidad sí le dan un trabajo, a nosotros no nos los dan y cuando no los llegan a dar nos enfrentamos a la desconfianza… soy psicólogo y quiropráctico, pero la gente piensa que no lo puedo desempeñar”, detalló Álvaro.
Tanto Noemí como Álvaro de Jesús se conocieron en noviembre de 2022 a través de un grupo de What’s App para personas con diferentes grados de discapacidad visual, por lo que así comenzó su trato y su historia de amor.
“Ahí nos conocimos, ahí nos hicimos novios y ya después, yo viajé hasta aquí para conocerlo… yo soy de Orizaba, Veracruz, pero radicaba en Puebla… personalmente nos conocemos desde febrero… es un amor a ciegas, no vemos lo que hacemos, pero ahí vamos.. aprendemos a valorar las pequeñas cosas que tiene la vida para saber valorar las grandes”, narró Noemí.
A comparación de Noemí, Álvaro sí es nativo de Coatzacoalcos, lugar hasta donde ella viajó para conocerlo y finalmente establecer su noviazgo.
“Hay días difíciles, pero encontramos lo bonito a la vida, si hay momentos difíciles o algo pues siempre tratamos de prestarle atención a lo que los demás no lo hacen: como el canto de los pájaros, a las olas del mar cuando vamos al malecón”, externó Álvaro de Jesús.
Ambos no descartan ser padres en algún momento, pero tienen en claro que el amor es universal siempre y cuando se alimente de comprensión y buenos valores.
Aunque los dos reciben las pensiones de la Secretaría de Bienestar al ser personas con discapacidad visual, estos apoyos no son suficientes, pues los reciben cada dos meses, por lo que ponen a disposición de la ciudadanía el número de celular 9211508923 para contratar a Noemí o contactar a Álvaro de Jesús, quien brinda consultas psicológicas o como quiropráctico en la calle Cándido Aguilar 204, de la colonia Adolfo López Mateos, de lunes a domingo de 09:00 a 20:00 horas.
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