La situación económica que enfrentaba llevó Irene Aguilar a convertirse en una de las primeras mujeres taxistas de Coatzacoalcos.
Desde hace 28 años ella recorre las calles de Coatzacoalcos, en busca de pasajeros, y asegura que ella no es como los demás taxistas que dejan en mal al gremio por negarle el servicio a los usuarios.
Con los pesos que ganaba fue como logró sacar adelante como madre soltera a su hijo e hija, y en la actualidad hasta su pequeña nieta.
En el transporte público también las mujeres taxistas no se salvan de los ladrones, e Irene, fue víctima de los delincuentes.
"El año pasado me asaltó un albañil, me llevó a Olmeca, me quitó mi cartera, mi licencia, se llevó mi bolsa, y se llevó el carro", recordó.
Cómo otras mujeres taxistas, ella asegura que disfruta estar a bordo del volante, y llevar a sus pasajeros hacia su destino.
"La gente se sube con más seguridad con nosotras, van más seguras y todo", confesó.
En su tiempo como taxista relató ha tenido malas experiencias, una de ellas con la antigua dueña del vehículo que conducía, porque a ella le pedían una cuenta de 350 pesos y a otros señores era de 300.
Lo único que no le gusta de este oficio, es que en ocasiones hay gente que las insulta por el precio de la tarifa.
Irene Aguilar, cuenta con 60 años, es vecina de la colonia Centro, y fue una de las primeras 30 mujeres de Coatzacoalcos que están incluidas en el programa de transporte exclusivo para damas.
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