El llamado sueño americano ha pasado a segundo término para los centroamericanos que se encuentran albergados en Coatzacoalcos, ya que prefieren rehacer su vida en tierras mexicanas donde han encontrado mayores oportunidades.
Para la familia de José Amador originario de Honduras, el haber encontrado una oportunidad laboral en la ciudad le ha permitido darle la vuelta a la página de llegar a los Estados Unidos, toda vez que su familia ha comenzado a adaptarse a esta nueva vida.
"Estamos trabajando con una gente que está arreglando las calles, durante este tiempo me la he pasado debajo del puente, descansamos aquí, la verdad es duro pero no nos queda de otra, notros somos de Trujillo Colon", sostuvo.
Y es que la incidencia delictiva, ha obligado a los centroamericanos a salir de su país, toda vez que el narcotráfico, así como los Mara Salvatrucha los han sometido u obligado a sumarse a sus fila, de lo contrario pueden atentar contra sus vidas.
"Se han apoderado bastante, ha habido enfrentamiento entre los narcotraficantes y los policías, por eso la gente humilde le toca salir huyendo, la verdad se vive feo, nos obligan a formar parte de ellos, los mara también se están apoderando de otro puesto y uno ya no pude ni trabar" comentó.
Leonora Alvarenga se vio en la necesidad de dejar a tres de sus hijas en Honduras para arriesgarse y buscar una mejor calidad de vida, que le permita apoyarlas desde la distancia, sin embargo, este proceso ha sido complicado.
Acompañada de la menor de sus hijas, José y Lorena viven en los bajos del puente de la avenida uno en donde han habilitado un espacio para poder descansar, toda vez que no cuentan con los recursos económicos para la renta de un departamento.
"Allá dejé a mis otras tres hijas, fue doloroso porque las dejé allá solas y por eso es muy trise salir de su país y dejar a sus hijos botados. Yo no puedo trabajar porque no pudo dejar la niña sola y luego no te dejan llevar a los niños al trabajo, es bastante complicado, porque no hay dinero para pagar un apartamento y estar aquí tenemos que pagar para bañarse, ir al baño, es bien complicado", expresó
Carolina es una pequeña de apenas 10 años de edad, que desafortunadamente se vio obligada a abandonar sus estudios para marchar con sus padres a otro país y en el que dice no estar a gusto, pero sus ganas de superarse son más grandes que su aburrimiento.
"Allá dejé mi familia, mis amigos, mis primos, mis hermanas, he estado aburrida, yo quiero viajar, me gustaría llegar a los Estados Unidos para poder estudiar y superarme, por ahora estaremos en México" declaró.
Desde hace más de un mes, la pequeña Carolina abandonó sus estudios, por lo que está consiente que este año ya lo perdió y que en su momento tendrá que retomar sus preparación académica.
Aunque hace algunos días pasó una nueva caravana de migrantes por el sur de Veracruz, los entrevistados expusieron que no se sumarían a ella, toda vez que están en trámites que les entreguen sus permisos para transitar libremente por la ciudad.
"No creo porque estamos arreglando papeles, a ver si nos salen los papeles, sino va a tocar arriesgarnos irnos en el tren", finalizó.
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