Un personaje de los cruceros, que automovilistas conocían y lo apoyaban con una moneda, falleció en su natal Guerrero, su nombre real era Emmanuel Antonio Álvarez Pérez, le gustaba que le dijeran ‘Gato’, su pareja de nombre Angy, con quien procreó una niña, le da una sentida despedida en las redes sociales.
Imagen el Golfo lo entrevistó, en el crucero de Justo Sierra y Malecón, el 13 de agosto del 2022, sus amigos están organizando una rifa en apoyo a sus familiares.
“El zanquero de Coatza. Adiós mi amor, sí fuimos la pareja más conocida de Coatza, casi todo Coatza sabía el amor tan grande que nos teníamos. Y más de una persona nos saludaba al ir caminando por la calle, al estar trabajando en el faro.
Al estar en función. Te amo mi amor me diste los mejores años de mi vida, cielo me hiciste extremadamente feliz, adiós a la doble altura en zancos, te amo mi amor”, es el mensaje con que Angy despide a su gran amor.
Montado en un monociclo jirafa Rudy, junto con su compañero ‘Gato’, subido en unos zancos, hacían una rutina de pases o malabares en el crucero de Justo Sierra y Malecón Costero, de ahí se ganaban la vida, así mantenían a su familia, ellos decían que había gente que cooperaba y otras que no.
“Esta parte de mi trabajo es especial, nosotros trabajamos en circos en espectáculos, además de hacer reír a familias que nos contratan para eventos privados, de igual manera hemos trabajado en la Pirámide, antes de que el Covid-19 hiciera que la gente se resguardara en sus casas”, dijo en aquel entonces ‘Gato’, quien tenía tres años trabajando en Coatzacoalcos.
Hacían una rutina especial, ‘Gato’ subido en los zancos y ‘Rudy’ en un monociclo, haciendo malabares en pareja, decían que para hacer esa labor era necesario prepararse realizando ejercicios.
Practicaban hasta tres horas diarias porque requerían de mucha coordinación, disciplina y esfuerzo físico.
“Esto trae problemas musculares y tenemos que estar medicándonos para evitar calambres, dolores en las piernas y espalda por lo que tomamos también colágeno hidrolizado”, compartieron en la entrevista.
Esa era su modo de vida, ya que los contratos escaseaban y la competencia era mucha en el gremio.
‘Gato’ y su gran amigo sobrevivían de las monedas que les regalaban los automovilistas, pasaban hasta cinco horas haciendo su gran rutina, todo por llevar comida a casa.
Aunque no era un trabajo estable, lo hacían porque no tenían contratos, ya que lo de ellos era realizar rutinas más elaboradas, de circo, como ellos le llamaban.
Ahora ‘Gato’ ya está descansando en paz, y deja un gran vacío en las personas que lo conocieron y que lo amarán siempre.
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