El pasado 25 de mayo, pero del 2003, la afición de la región sur de Veracruz, enloquecida por lo que estaban alcanzando un puñado de extraordinarios jugadores, locales, regionales y llegados de otros lugares del país, comandado por el Director Tecnico Jorge Ernesto Ramoa Cubillas, hicieron posible el sueño de ser los campeones de la Segunda División Profesional y con ello ganar el ascenso a la ansiada entonces Primera “A”.
Hace 20 años exactamente, afición, patrocinadores, jugadores, cuerpo técnico y directiva, encabezada por la familia Sanit Martín Zepeda, se enfrascaron en una alegría que jamás de los jamases se volverá a repetir. Uniendo con ello, a miles de familias sureñas por un solo sueño: El ascenso a la Primera A. ¿Y por qué no? Después ilusionarse con subir a Primera División. Se valía soñar.
El juego de ida lo perdió Coatzacoalcos 1-0 en Tepic, pero para la vuelta en el puerto, la afición sureña cumplió con su parte y abarrotó las gradas del desaparecido mítico Estadio Miguel Hidalgo donde hasta gradas adicionales tuvieron que colocar ante la gran demanda de asistentes.
Delfines respondió y dio vuelta a la historia, ganó en tiempo regular 2-1 empatando 2-2 el marcador global y obligaba al tiempo extra por el boleto a Primera A. Allí, a los 9 minutos del alargue, en dos tiempos ante el rechace del arquero de Nayarit: Rodolfo Cabral remata y ¡“Gol de Oro”!
¡Delfines logra el ascenso!
¡Retumba el Hidalgo!
¡Día histórico en el puerto de Coatzacoalcos!
Tristemente hoy ya no hay ascenso ni descenso en el Fútbol Mexicano.
El Delfines de Coatzacoalcos, lograba la hazaña, primero el haber ganado la segunda vuelta de la temporada 2002-2003 a Tecamachalco, Estado de México, y luego arrebatarle el campeón de campeones a “Coras” de Tepic, Nayarit, en el desaparecido estadio “Miguel Hidalgo”.
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