Diario del Istmo 45 aniversario: conoce la historia de este medio en casi cinco décadas de vida

A través de 45 años de productiva existencia, Diario del Istmo se ha convertido en una entidad fundamental en la difusión informativa de la región sur de Veracruz, con Coatzacoalcos como pieza angular donde se originaron y sostienen actualmente los cimientos de este exitoso medio de comunicación.

Hoy en día el Corporativo Imagen del Golfo, propiedad de la familia Robles Barajas, marca la pauta de lo que se dice y se publica. Liderazgo también consumado en el ámbito digital en plena era de la inteligencia artificial (IA) y del escrutinio de la opinión pública a través de las redes sociales.

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Actualmente el sureste mexicano encara el enorme reto de albergar una de las mega obras del Gobierno Federal como es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), dando una histórica e inédita oportunidad a Coatzacoalcos de coronarse como la “cereza del pastel” en medio del desarrollo económico que se avecina y Diario del Istmo no se ha quedado al margen, situando el tema del CIIT en la conciencia colectiva.

Ejemplar del primer suplemento de aniversario que se editó por Diario del Istmo.

DIARIO DEL ISTMO, FACTOR HUMANO

A lo largo de estas casi cinco décadas, son muchos los seres humanos que han dado forma y esencia a Diario del Istmo y el Corporativo Imagen del Golfo, hoy en día varios de ellos ya se adelantaron en el camino, otros dieron por concluida su vida laboral y algunos más decidieron continuar por brechas separadas de la empresa que los vio nacer profesionalmente.

Con el paso de los años, Diario del Istmo y el Corporativo Imagen del Golfo, así como sus impresos hermanos Órale! (Coatzacoalcos, Xalapa y Veracruz) e Imagen asentado en el puerto jarocho, han demostrado su irrestricto compromiso con el lector de darle a conocer el acontecer humano, político y social de una forma independiente, honesta y confiable, baluartes que han hecho de la empresa editorial un referente indiscutible del periodismo responsable, no solo a nivel regional, sino también nacional, lo cual se demuestra con los múltiples premios de periodismo obtenidos.

Carlos Heredia, Ricardo Hernández Segura y Fito Pérez, tomándose un descanso después de la dura jornada laboral.

1979, el año en el cual fue fundado

Podemos dividir la trayectoria de Diario del Istmo en cinco grandes etapas hasta llegar al presente 2024 en el cual el rotativo ha alcanzado la madurez total como el difusor de noticias más importante de la zona sur, asumiendo el enorme desafío que significa la evolución progresiva al medio digital.

Es hace 45 años, un 18 de abril de 1979 cuando Diario del Istmo es fundado en Coatzacoalcos por Rubén Pabello Rojas, hijo de Rubén Pabello Acosta, primer propietario del naciente periódico. Lo anterior se dio en medio del bien recordado ‘boom petrolero’ y los años más dorados del sindicalismo, cuando Coatzacoalcos vivía una época de enorme auge económico.

Posteriormente, llega la etapa de expansión y transformación entre los años 1984 a 1989, en plena inolvidable década de los ochentas que también trajo consigo el final del boom petrolero y la partida de algunas familias nativas de Coatzacoalcos que emigraron a otros sitios de la República Mexicana y así mismo, la llegada de otras, como los Robles Barajas.

En 1982, Rubén Pabello Acosta decide vender el incipiente Diario del Istmo a José Luis Becerra, director de Comunicación Social de la Presidencia en el mandato de José López Portillo, quien lo adquiere a través de la Agencia Mexicana de Información. Entonces inicia la verdadera historia del periódico que bien dice su eslogan: “el diario que leemos todos”.

José Pablo Robles Martínez, un periodista excepcional

Es José Luis Becerra quien trae a Coatzacoalcos al maestro José Pablo Robles Martínez, periodista proveniente de la Ciudad de México, el cual ya contaba con la experiencia de haber trabajado en Estados Unidos, en el Sol y en el Heraldo. Robles Martínez contaba en su haber con la experiencia de fungir como corresponsal de guerra en el conflicto del Líbano, y no desistió en la dura empresa que tenía ante sí, al contrario, asumió cabalmente el camino que lo llevó a convertirse en uno de los pocos periodistas que es dueño de varios medios impresos, afianzándose como un exitoso hombre de negocios.

De 1990 a 1994, en la primera mitad de la década de los años noventa y la última del Siglo XX, viene la etapa de consolidación para Diario del Istmo. Durante estos años, el maestro José Pablo Robles Martínez cede la dirección a su hijo el capitán Héctor Robles Barajas.

El licenciado Pabello Rojas en entrevista con el maestro José Pablo Robles Martínez, para negociar la entrega del periódico a la Agencia Mexicana de Información.

También en estos años se realizó la estupenda cobertura informativa del conflicto armado en Chiapas, que fue un parteaguas en la historia contemporánea de México, dándonos un antes y un después que al paso del tiempo se convirtió en la semilla que germinó en la democracia y la alternancia política que hoy vivimos, la cual llegaría tan solo seis años después de aquel emblemático y discordante 1994.

A partir de 1995 al 2000, Diario del Istmo vivió una etapa de resistencia y fortalecimiento, resistiendo la grave crisis económica a nivel nacional provocada por el famoso error de diciembre y el retiro de los tres ceros del peso mexicano, acción encaminada a ocultar la estratosférica inflación que golpeó los hogares mexicanos.

También en estos años el maestro Jair Robles Barajas se hace cargo de la dirección del rotativo por espacio de poco más de tres años, marcando su personalidad al impreso y distinguiéndose por su trato humano y sencillez en su relación con el personal.

EL CAMINO NUNCA HA SIDO SENCILLO

Muchas historias se han escrito, no solo noticiosas sino humanas y personales, pues de aquí han nacido familias y se formaron exitosos profesionistas que ahora están diseminados en múltiples empresas. 

Una nueva generación confluye en este 2024 con los más vetustos empleados de Diario del Istmo, formando la receta ideal de experiencia y juventud, la frescura que siempre irrumpe como viento huracanado confrontando los cánones ya establecidos.

Al asumir la propiedad de la empresa, José Pablo Robles Martínez inició la modernización no sólo del inmueble, sino del equipo material de Diario del Istmo.

¿Qué se puede esperar de Diario del Istmo?, simplemente otros 45 años de labor triunfal e interrumpida. Porque Diario del Istmo emergió hace casi cinco décadas, medio siglo, para no abandonar nunca más los hogares de Coatzacoalcos y los municipios sureños.