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De Coatzacoalcos al continente africano: sacerdote porteño lleva el evangelio a comunidades de Kenia
Jonathan comentó que también aprende de la cultura de ese país, trabajando de la mano con algunas parroquias establecidas en la región de Nairobi.
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Desde Coatzacoalcos Veracruz, hasta el continente africano, fue enviado como misionero de Dios el sacerdote Jonathan Cruz, con la finalidad de llevar el evangelio a las comunidades que se encuentran alejadas de la civilización.
Hace apenas unos meses, la comunidad Misioneros de Guadalupe decidió nombrarlo misionero en Kenia, donde a través de la implementación de programas sociales, se culturizarán y mejorarán las condiciones de vida de las familias.
“Hace un año y seis meses aproximadamente fui ordenado sacerdote misionero y mi primer trabajo, por así decir, fue estar en la parroquia de San Ignacio de Loyola de la diócesis de Monterrey y hace algunos meses, el instituto, el consejo general, decidió nombrarme a una nueva misión, que es aquí en Kenia”, declaró.
Aunque el objetivo es llevar el evangelio, Jonathan Cruz comentó que también aprende de la cultura de ese país, trabajando de la mano con algunas parroquias establecidas en la región de Nairobi en Kenia.
“El trabajo que se desarrolla aquí en la misión de este país, pues es prácticamente, nosotros como misioneros en culturizarnos, aprender de su cultura, aprender de las diferentes formas de vida, de las diferentes comunidades que se trabajan aquí, hasta ahora solo he tenido contacto con la comunidad Masai, trabajamos en algunas parroquias de la región de Nairobi y los Masai, son una tribu que se encuentran en dos parroquias donde estamos”, dijo.
Programas sociales
El oriundo de Coatzacoalcos, mencionó que hasta el momento ha tenido contacto con la comunidad Masaia, a quienes los apoyan con algunos proyectos sociales, para mejorar el abasto de agua, a través de excavación de pozos.
“Los acompañamos un poco en su desarrollo social, apoyándolos con proyectos sociales, como la excavación de pozos para que haya agua, sabemos que, en algunos lugares de este país, carecen de, de hecho, el agua, que, por ejemplo, algunas personas toman, que es extraída de pozos, tiene este sabor salado, precisamente por los mantos acuífero”, detalló.
Asimismo, en la impartición de clases, para que los niños tengan acceso a la educación, ya que la mayoría de las instituciones educativas en ese país son privados, impidiéndoles ingresar a una escuela.
“También trabajamos en la educación, procuramos que los niños tengan el acceso, al estudio, el sistema educativo es muy diferente aquí en Kenia, al que se desarrolla en México, aquí la mayor parte de los colegios, son colegios privados, en su mayoría pertenecen a la iglesia católica, o algunas otras denominaciones religiosas”, destacó.
Apoyo a las mujeres
Entrevistado por este medio de comunicación, destacó una de las actividades que realizan en beneficio de las mujeres, ya que son las que proveen de ingresos económicos y alimentos a los hogares.
“Tenemos programas sociales para el desarrollo de la mujer, para también ir conociendo un poquito de la cultura africana, específicamente en este país, pues que la mujer, prácticamente es la que se encarga del sostenimiento de la familia, entonces procuramos enseñarles o darles herramientas, para que puedan generar empleo y puedan tener ingresos para su familia”, expresó.
Jonathan Cruz, comentó que no pretenden cambiar la ideología, ni la creencia de la gente, pero les muestran la fe en dios a través del evangelio.
“La parte de la evangelización la hacemos precisamente a través de estas obras sociales, compartimos con ellos nuestra fe, poco a poco, ellos van viendo y descubriendo que, a través de la iglesia, dios se manifiesta, en estas obras sociales que son a beneficio de ellos y muchos pues deciden adherirse a la fe, entonces, es prácticamente lo que nosotros realizamos a través de nuestras obras sociales”, comentó.
De reportero a sacerdote
Jonathan Cruz se desempeñó como reportero de la fuente policiaca en algunos medios de comunicación, sin embargo, su fe en dios, lo llevó a dar un giro radical y decidió estudiar el sacerdocio.
Tras más de 10 años de preparación, el joven porteño estuvo por primera vez al frente de la parroquia San Ignacio de Loyola de la diócesis de Monterrey, de donde partió para emprender esta historia del evangelio hasta el país Keniano.
“Soy sacerdote misionero pertenezco a la comunidad de los Misioneros de Guadalupe, una organización fundada por los obispos de México, con la finalidad de formar sacerdotes mexicanos para la misión en el extranjero, específicamente en lugares donde no se conoce el evangelio”, finalizó.
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