Comerciantes de pollos, frutas y verduras reportan bajas ventas en Coatzacoalcos

Doña concepción se ríe, le da pena que la entrevisten, "no me vaya a sacar en el periódico"—advierte--, aun así dice que las ventas están muy bajas, apenas y alcanza pa los gastos y resurtir, a dos semanas de terminadas las vacaciones dice que la cosa esta para llorar y señala a los que venden ropa no tienen ni un cliente, su hija Erisenia también comerciante dice que la cosa está muy mala.

Ella revende en la calle Pedro Moreno entre Hidalgo y Juárez donde dice lleva mucho tiempo ofreciendo, canastitas de ciruela, manzana, ciruela roja, guayaba limones, mango manila, duraznos, jícama, rábano, bolsas de tamarindo para el agua, chiles, nopal picado, flor de calabaza, cilantro, chile habanero y otras verduras a precios bajos.

En los puestos de venta de pollos, la situación está igual, en un establecimiento de la avenida Hidalgo ahí muy cerca del mercado Morelos, en un negocio, una persona con un micrófono y una bocina alienta a la gente a pasar a adquirir el pollo, las alitas, la pechuga, el huacal que está a dos por 30 y las patas a dos por 20 pesos el kilo y en si el pollo entero a 55 pesos el kilogramo que es barato.

En recorrido por Imagen del Golfo, se pudo apreciar que los puestos de verduras están semi vacíos, pese a que el tomate está a buen precio, a trece pesos el saladet de invernadero, la cebolla a diez el kilogramo y las frutas de temporada, como la sandia a 8 el kilo, el melón a buen precio, limones entre diez y doce el kilogramo.

Al interior del mercado Morelos, otrora con ventas muy altas los fines de semana donde no se podía ni caminar con tanta gente que acudía a abastecerse de productos de primera necesidad para las familias, hoy luce vacío, y ni en las taquerías hay mucha gente degustando los de tripita, carne asada, ubre, chorizo o los combinados.

Hasta los vecinos de la sierra que bajan a comerciar, sus productos del campo tienen bajas ventas, y  lo que a los expendedores de pescado que traen de barrillas y Jicacal, se refiere, también tienen escasa clientela pese a que es temporada en la que la gente gusta de comerse una mojarra o un robalito frito, un ceviche o un caldo de camarón.

 Pero como dice doña Concepción, "la cosa esta para llorar".