Una presunta negligencia le desgració la vida a la familia Fuentes Dámaso, lo que sería una visita al hospital por un motivo alegre como es la llegada de un hijo, se convirtió en un desastre que le cambió el futuro a la joven Alma Lidia Fuentes Dámaso, sus padres y sus hijos.
Alma Lidia contaba con 24 años y estaba embarazada a punto de dar a luz cuando ingresó al hospital del IMSS en Coatzacoalcos en junio del año pasado, se le indicó a la doctora que ya había reventado la fuente y que a lo mejor era necesaria una cesárea, a lo que la doctora de turno se negó y señaló que continuaría con su labor normal.
Horas más tarde les informaron que el niño nació sin signos vitales, pero lograron reanimarlo y estaba en cuidados intensivos; la madre también estaba en terapia intensiva, pues sufrió un paro cardio-respiratorio y no recibió oxígeno por varios minutos, lo que provocó un daño cerebral.
Tras nueve meses internada, la joven fue trasladada a su domicilio en la colonia Mil Cinco, pero su estado es prácticamente ‘vegetativo’, no habla y no reconoce a las personas, no camina y tampoco come por su cuenta, mucho menos puede atender sus necesidades fisiológicas.
Requiere supervisión las 24 horas, para poder comer mediante una sonda y respirar por la traquea, hay que mantener limpia para evitar que se ahogue con alguna flema. También hay que moverla cada cierto tiempo para evitar que se le generen llagas en la piel.
Alma iba a dar a luz su segundo hija, pero le queda una niña que hoy tiene cinco años y cursa el preescolar; ha sido doloroso observar como la pequeña le habla a su mamá para despedirse o anunciarle que llegó del kinder, sin obtener una respuesta.
Además los papás de Alma se han hecho cargo de sus dos nietos, pues el papá se desentendió de los cuidados de los niños y sobre todo de la joven, para el es como si ella hubiera muerto en el hospital, pues no le ha interesado la recuperación de la joven.
Esta familia se encuentra desgastada en todos los sentidos, emocionalmente por el estado en que se encuentra la joven que era muy jovial, alegre, extrovertida e inquieta; económicamente, pues los cuidados son caros, pues requiere insumos especiales, comida seleccionada y cuidados todo el tiempo.
Don Eugenio, papá de Alma, es quien pasa las noches en vela cuidando de su hija; cuando el cansancio lo permite sale a trabajar como albañil para cubrir los gastos de sus nietos, esposa e hija; Ahora pide el apoyo de la ciudadanía para poder realizar algunos exámenes particulares y determinar el daño cerebral de su hija, saber si hay alguna esperanza de recuperación, aunque sea de su autonomía física.
Esta familia se ubica al fondo de la calle Pino Suárez de la colonia Mil Cinco, ingresando por ‘El Barí’; para quienes de corazón deseen apoyarlos, su número de cuenta es 4169 1614 4150 3280 a nombre de Eugenio Fuentes Hernández, también requieren de insumos médicos básicos como gasas, alcohol, pañales e implementos de curación.
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