La ciudadana Rocío Cruz Abad, reveló que el pasado 6 de mayo, llevó a su padre, Francisco Cruz, a la clínica 69 del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicada en la colonia El Tesoro, debido a complicaciones de salud, ahí le extendieron un envío por reporte capilar de glucosa de 400, en el que se especificaba que el paciente no cumplía con criterio operacional para COVID-19 y que solo necesitaba rehidratación y manejo con insulinoterapia.
Posteriormente se dirigieron al área de Urgencias del Hospital General de Zona 36, sin embargo, el personal médico le negó la atención y lo remitieron al Módulo de Enfermedades Respiratorias (MER) del mismo nosocomio, sin un estudio previo y pese al diagnóstico que los familiares mostraron, en el que se especificaba las causas de sus malestares.
La familiar del paciente indicó que tras cinco horas de espera, le practicaron una radiografía en los pulmones, en los que presuntamente le detectaron ‘algo extraño’ y por tal motivo se quedó internado.
Y aunque uno de los médicos de guardia les dijo que sólo tenían que estabilizarle la glucosa, no se lo podían llevar a su casa porque podría sufrir un infarto.
“El doctor que lo atendió en ese módulo de respiración dijo que él no tenía que estar ahí, porque sólo le tenían que nivelar el azúcar, entonces nosotros le comentamos al doctor que nos lo podíamos llevar y que le diera un tratamiento, porque nosotros no queríamos que estuviera ahí, porque él no iba por COVID", dijo.
"Entonces dijo el doctor que no, que le tenían que nivelar la azúcar ahí, porque le podía dar un infarto en mi casa, por eso decidimos dejarlo”, explicó.
La entrevistada informó que su padre de 72 años de edad, ingresó al área de enfermedades respiratorias en la noche, alrededor de las 23:00 horas y a las 2:00 de la madrugada del jueves 7 de mayo, le notificaron su muerte.
“Pasada la una de la mañana nos entregaron su silla de rueda, porque mi papá tenía amputados ambos pies, después que nos la entregaron fuimos a la casa a dejarla, pero se quedó mi hermano, entonces pasada las dos de la mañana le avisan a mi hermano que mi papá había fallecido”.
Comentó que en el certificado de defunción que les entregó el IMSS, decía que su papá había muerto sospechosamente de COVID-19, por tal motivo no pudieron velarlo, ni acompañarlo hasta su última morada.
“Cuando nos entregaron el cuerpo y el acta defunción, ahí nos pidieron que era sospechoso de COVID-19, cuando mi papá no entró por eso y por ese documento no pudimos velar a mi papá, ni enterrarlo en el panteón que nosotros queríamos sino en el Jardín donde están llevando a todos, el documento lo extendió la doctora Rosa Elva Jiménez, y en el primer documento de ingreso se especificaba cuáles eran las causas", finalizó.
Los familiares del señor Franciscos Cruz, piden a las autoridades de Salud que se investigue el caso y se determine las verdaderas causas de su muerte.
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