Hábitos vampiro que drenan tu energía

¿Te sientes cansado y sin energía después de un día de trabajo? Es posible que estés experimentando los efectos de hábitos vampiro que absorben y drenan tu energía diaria. Identificar y bloquear estos hábitos es esencial para maximizar tu tiempo y lograr un día más productivo y satisfactorio.

Quejas. Hoy en día son muchos los quejumbrosos. Porque no tienen dinero, por el tráfico, por el calor, las lluvias, los problemas... Toda esa energía emocional la derrochan en este mal hábito, y al final del día se sienten agotados por cosas que no pueden controlar.

Llevarse el trabajo a casa. Es lo que hacen muchos y al llegar la noche la batería está en color rojo. Si regresas del trabajo, déjalo en la oficina. Mientras abres la puerta, ve desconectándote de todo lo que pasó allá, estás entrando a tu sagrado hogar, donde el descanso, la paz, el alimento, la convivencia familiar te cargarán la pila para el día siguiente.

Verborrea. En el trabajo o en la calle trata de no dilapidar fuerza en charlas huecas. Si supieras cuánta energía se diluye en hablar solo por hablar. Se necesitan momentos de silencio para pensar, para hacer introspección, para ver detalles que muchas veces estamos demasiado ocupados para notar.

Hiperconectividad. Hoy en día existe demasiada gente que cada cinco minutos checa sus correos, mensajes de texto y/o se ensimisma en el celular tratando de identificar todas sus aplicaciones. El sentido común indica en qué se va esa fortaleza emocional, indispensable para realizar cosas de valor. Identificar el patrón te dará la pauta para erradicar la costumbre de perder valioso tiempo.  

La rutina de la vida. Levantarte, bañarte, desayunar, trabajar; de vuelta a la casa. Sin duda te ofrece confort, pero es el vampiro que te deja sin sangre emocional. Ábrete al cambio, sal de ese piloto automático. Levántate, canta, silba, desayuna despacio, siéntate en un parque, comienza un curso. Haz algo distinto, al menos de vez en cuando.

Cuida tu salud, haz ejercicio, aliméntate bien, duerme lo necesario. Es el círculo generoso que recargará tu batería emocional.