El exceso de estímulos nos impide identificar cómo nos sentimos: ¿es estrés? ¿es ansiedad? ¿son ambas?
| 2020-11-18
| Norberto García
Hay veces en las que ocurre tanto a nuestro alrededor y dentro nosotros mismos que el exceso de estímulos nos impide identificar cómo nos sentimos: ¿es estrés? ¿es ansiedad? ¿son ambas? La importancia de saber identificar qué es lo que nos está pasando, es que así podemos buscar una solución adecuada para sentirnos mejor.
El reto con estas dos sentimientos–los cuales son muy similares– es que la gran mayoría de sus síntomas son muy parecidos: irritabilidad, taquicardia, sudoración y dificultad para respirar. Según la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión, la diferencia principal es que el estrés es la respuesta ante una situación, mientras que la ansiedad es la reacción al estrés que se va acumulando. Dicho en otras palabras: el estrés tiene su detonante en un estímulo externo, mientras que el de la ansiedad provine de nuestro interior, propulsado en su mayoría por nuestra interpretación de una situación o el temor a una situación que no ha ocurrido.
Para identificar cuál de estas reacciones estamos experimentando, basta con preguntarnos: ¿qué está provocando la sensación? ¿Está ocasionada por causas externas, tales como temas laborales, financieros, de pareja o de algún evento –así como una pandemia– en el mundo? ¿O está ocasionada por causas internas, tal como un sentimiento persistente de pavor y preocupación, que no parece disminuir con el tiempo? Si se trata de la segunda situación, puede volverse crónica y ser diagnosticada como una condición de ansiedad clínica si dura más de 6 meses. Esto no debería asustarnos pues la ansiedad es la enfermedad mental más común y afecta casi al 15% de la población; existen tratamientos que pueden reducir los síntomas al mínimo.
Cómo saber qué es lo que sentimos
Una característica distintiva del estrés es que tiende a disminuir cuando la fuente que lo genera también disminuye, por lo que otra manera de diferenciar entre ansiedad y estrés es preguntándonos: si la situación que creemos que nos está estresando desapareciera, ¿cómo nos sentiríamos?
Si hay un alivio inmediato, sin lugar a dudas es estrés. No obstante, si no logras identificar el origen de tu malestarlo más probable es que sea ansiedad, ya que ésta, en muchas ocasiones, no parece tener una razón aparente de ser; simplemente podemos tener los síntomas mencionados anteriormente, y no saber por qué. Sea cual sea el escenario, una vez que logres determinar qué está pasando, podrás tomar acción en resolverlo.
Hay salida
Ambos malestares han demostrado reducirse con actividad física, ejercicios de respiración, terapia de arte y un sueño profundo, así como con técnicas de mindfulness. Si recontextualizamos el estrés que sentimos, identificando por qué ocurre y buscando formas de manejarlo, reducirlo o eliminar la fuente que lo provoca, puede volvernos más fuertes y capaces de enfrentar retos.
Sin embargo, la ansiedad es una condición que debe consultarse con un profesional de la salud, idealmente en las ramas de la psicología o psiquiatría. Muchas veces la ansiedad es causada por desbalances químicos en los neurotransmisores de nuestro cerebro y requiere un tratamiento específico que solo un especialista puede recomendar. Ninguno de estos dos sentimientos deben tomarse a la ligera. Tampoco deben ser un tema tabú. Si te sientes con estrés o ansiedad, convérsalo y busca ayuda.
Millones de personas experimentan ansiedad y/o estrés en su día a día, y menos de la mitad hacen algo al respecto. A largo plazo tanto el estrés como la ansiedadpuede causarnos muchos daños y pérdidas. Lo más recomendado siempre es hablar con un profesional de la salud mental, que pueda hacer un diagnóstico y proponer una solución que te traerá mucho alivio y una vida más plena.