Aprendiendo a comer conscientemente

Muchos esfuerzos se llevan a cabo por millones de personas para tener una relación sana con la comida, con los que se busca reducir la ingesta calórica, bajar de peso, y reducir medidas. El problema recae en que nos hemos enfocado en intentar cambiar los efectos de una mala alimentación, en lugar de cambiar las causas.

Una de las principales causas de los problemas alimenticios es la falta de consciencia respecto a la alimentación.

No hay dos cuerpos iguales, y la dieta que le funciona a una persona puede ser perjudicial para otra; no existe un estándar universal de alimentación pues todos somos diferentes.

Lo que sí hay, son técnicas basadas en la práctica del mindfulness o atención plena que nos ayudan a mejorar nuestra relación con la comida.

Para comer de forma plena y en conciencia:

1) Come lentamente y saborea cada bocado. Nota las texturas, los aromas, los sabores.

2) No comas mientras veas la tele, miras tu teléfono, trabajas, o distribuyes la atención a otra tarea que no sea comer.

3) Come hasta sentir saciedad en lugar de hasta no poder más. Hidrátate mientras comes.

4) Basa tu dieta en propósitos de salud y bienestar, más que en los antojos y deseos del momento.

5) Se consciente de los efectos que cada alimento tiene sobre tu estado físico y emocional. Si sabes que no te sienta bien, no lo ingieras.

Diversos estudios comprueban que existe una relación directa entre la dieta y la salud mental y emocional.

Los beneficios del mindful eating son principalmente psicológicos, ayudando en la disminución de la culpa y la ansiedad relacionadas con la comida, así como en generar mayor consciencia y responsabilidad acerca de lo que ingerimos.

La mejor guía que podemos seguir para saber qué es bueno y qué es malo para nosotros es nuestro propio cuerpo: éste cuenta con todo lo necesario para decirnos qué le beneficia y qué le perjudica. Escúchalo. Fíjate en cómo te sientes luego de ingerir algún alimento, si te causa acidez, flatulencia, sed, dolor de cabeza, si te hace sentir lento o hinchado.

Cuando comemos de manera consciente nos volvemos en el mejor nutriólogo que podríamos tener, ya que nadie nos conoce tan bien como nosotros mismos. Está comprobado que al escuchar atentamente al cuerpo, éste nos dice qué necesita.