Ciudad de México | 2023-02-08
Cuando inició el boom de las redes sociales, tales como Facebook, Twitter e Instagram, los buscadores de internet como Google o Yahoo!, o las enciclopedias colaborativas como Wikipedia, se nutrían constantemente de la ilusión de vivir en la era de mayor "libertad de expresión".
Paradójicamente, bajo el velo de esa ilusión, lo que en realidad estaba sucediendo es que poco a poco esta se fue acallando, modulando y censurando. Sin notarlo, fuimos testigos de que la mejor forma de callar a alguien es que todos griten al mismo tiempo.
"La información es poder" decía Thomas Hobbes, lo que convirtió a las redes sociales y a los buscadores en una importante fuente de poder, sus dueños y donantes en personas sumamente poderosas al manejar la información de todos para sus propósitos.
Esto se hizo más evidente tras la pandemia, por ejemplo, Wikipedia tiene la osadía de describir a la hemopatía como "una pseudociencia: una creencia que es presentada falsamente como ciencia.
Las preparaciones homeopáticas no son efectivas para tratar ninguna enfermedad, por lo que también debe designarse como pseudoterapia". Cuando existen no solo montones de pruebas y científicos que claman lo contrario, sino también incontables casos de éxito.
Tratar de hacer aportaciones como editor de Wikipedia es prácticamente imposible, las filas y la poca transparencia los distinguen. Sin embargo, si vemos en realidad quiénes son los principales donantes de Wikipedia.
Nos encontramos con el polémico magnate Bill Gates y su fundación, mismo que tiene muchos intereses en el sector salud, entre laboratorios e influencia en el más alto nivel de la burocracia internacional, por lo que no se vale y es muy sospechoso que el portal que él financia denosté todo cuanto tiene que ver con la medicina alternativa.
En el caso de Instagram y Facebook, ha sido bochornoso observar cómo dan de baja reels o publicaciones que hablan en contra de la vacuna o las medidas sanitarias.
Al grado que muchos usuarios han tenido que ir variando el uso de palabras con faltas ortográficas como escribir "vakuna" o "pinchazo", para de alguna manera ir burlando la escandalosa censura en sus comandos.
Por su lado, Twitter parece abrirse cada vez más, es la red por excelencia para informarse y hablar de temas de actualidad, después de haber sido adquirida por Elon Musk y quien reactivó las cuentas de quienes habían sido censurados como el Doctor Malone (una importante voz entre los "no vacunados").
Asimismo, han sido liberadas las cuentas que evidencian los casos de los efectos secundarios que provocan las vacunas, tema que por cierto ya es bandera de muchas expresiones políticas en Europa y que en México comienzan a ondear personajes como Eduardo Verástegui, figura principal del cpac en México y quien recientemente escribió en su cuenta: "a cadena perpetua a los malvados que participaron y siguen promoviendo las inyecciones".
¿Será Musk ese paladín de la libertad de expresión? No lo sé, lo que sí sé es que tiene en sus manos una herramienta muy poderosa.
Lo anterior son tan solo algunos ejemplos de un momento histórico en que la información es sesgada, censurada y manipulada. Son tiempos de dudar y no caer en redes de las cuales no seamos capaces de liberarnos.