Cosoleacaque | 2024-02-03
Un matrimonio se aventura a viajar por todo México luego de haber vendido sus propiedades tras uno de ellos enfermarse de COVID y estar a punto de morir.
Su patrimonio ahora es su camión, sin embargo, con este estilo de vida son felices, pues aseguran tener todo lo necesario para sobrevivir los últimos días de vida. Gaby y Adrián de 55 y 56 años de edad, llevan viajando dos años por todo México, son originarios de Guadalajara y ahora conocidos como "Mexicanos dejando huella".
Esta vez tuvimos la oportunidad de entrevistarlos en el sur de Veracruz, pues viajan en un camioncito que Adrián y Gaby adaptaron con todas las comodidades que un matrimonio necesita, cabe mencionar que dentro de poco serán de la tercera edad.
Al interior del camión hay clima, televisor y un colchón ortopédico, mientras que los aparatos electrodomésticos son alimentados con energía de paneles solares y la unidad usa gas, ya que sale más económico que la gasolina.
Además, llevan consigo mecedoras para cuando realizan paradas y quieren descansar observando los paisajes, las playas y todo lo bello que hay en México. El camioncito que es muy pintoresco con murales de artistas mexicanos, trae hasta una motoneta, que los lleva a visitar rinconcitos de cada estado, hoy el sur de Veracruz.
A diferencia de otros viajeros Gaby y Adrián son nómadas sin fecha de retorno a su natal Guadalajara, actualmente llevan visitando gran parte del país pues hace unos días se encontraban en Oaxaca, famoso por su tradicional mezcal y las fiestas istmeñas.
Esta pareja de viajeros se va ganando el corazón de cada habitante que los conoce, al igual que "balam" un perro
xoloitzcuintle que adoptaron el año pasado y que ya está bien familiarizado con el estilo de su nueva vida.
Adrián tenía un taller de compra y venta de partes usadas de automóviles, pero hace dos años enfermó gravemente del COVID, estuvo a punto de la muerte. La pareja cuenta que esto, les hizo tomar la mejor decisión de sus vidas y luego de que Adrián se recuperó, vendieron sus propiedades, solo se quedaron con una casa que rentan y ese es el dinero que ocupan para pagar su travesía.
Desde entonces sus vidas cambiaron hoy se dicen completamente plenos e incluso decidieron legalmente unir sus vidas en sagrado matrimonio, pues aunque ya tenían años viviendo juntos no se habían podido casar.
Fue en Catemaco que con una ceremonia sencilla se prometieron amor hasta el último día de sus vidas, luego disfrutaron de unos buenos mariscos en una palapa al lado de la laguna.
"Las cosas materiales pasaron a segundo término en nuestras vidas y preferimos por el resto de lo que nos queda de vida o de fuerza, conocer lugares, comida, costumbres, raíces", expresa Adrián.
Ellos dicen que lograron desprenderse de todo lo material que en su tiempo los mantuvo esclavizados, ya que esta es la naturaleza del ser humano.
Adrián y Gaby, ya criaron a sus hijos, ya hasta son abuelos, y mantienen una comunicación constante con sus seres queridos, su sueño es llegar a Argentina y otros países, pero mientras eso ocurre, van dejando huella en cada parada de México.