Su hijo no había comido nada, así es como supieron que Lorena no estaba; fue hallada embolsada en Acayucan

Lorena Espronceda Martínez fue una joven que a su corta edad quedó huerfana

Acayucan | 2024-02-16

Lorena Espronceda Martínez, fue una joven que a su corta edad, a los 6 años quedó huerfana a la muerte de su madre, quien por una enfermedad hepática dejó de existir.

Productor de un matrimonio disfuncional, su padre se separó de su madre y ésta murió luego de eso.  Fueron una familia de tres hermanos. Dos de ellos, se quedaron con el papá y ella, con su abuela Nazaria Aguirre Santiago con quien vivió una década hasta cumplir 16 años de edad y a partir de ese hogar para formar otro, con un hombre del que se  luego de tener dos hijos, que actualmente son unos adolescentes.

Tras su primer fracaso de pareja, inició otra relación y con este nuevo hombre, tuvo un hijo de actualmente 7 años de edad. Hace cinco meses, su nueva relación se vio interrumpida porque El decidió viajar a Ciudad Juárez, Chihuahua, a buscar un mejor sustento para su familia. Lorena se quedó con su bebé menor de edad y nunca dejó de recibir su sustento económico del padre del niño, relata su  abuela Nazaria Aguirre. 

La abuela nunca supo que había pasado con Lorena hasta que el único hijo que viviría con ella, le platicó el domingo pasado, que desde el sábado su madre no había llegado y nadie le había dado de comer.

La joven madre, que actualmente tendría 34 años de edad, originaria de Acayucan y con domicilio en la calle Revolución de la colonia del mismo nombre; convivió con una de sus hermanas el sábado, comieron tostadas y ella comentó que posiblemente fuera la ultima comida en su vida, pero no expresó ni reveló tener algún problema.

Con la misma prenda con la que fue vista ese día, fue localizada por partes, su cuerpo el lunes en bolsas, a unos cuantos cientos de metros donde vive su abuela y con los restos de un hombre cuya relación, su familia desconoce.

Nazaria y una de las hermanas de la finada, reconocieron el cadáver plenamente por los tatuajes, entre ellos, el nombre de su hijo menor, Kevin, y el de la santa muerte en la espalda. No hay duda que es ella, tenia la misma ropa con la que fue vista el sábado, una gorra y pulseras que ocupaba.

El padre del menor, quien fuera la ultima pareja de Lorena, viajó desde Ciudad Juárez, Chihuahua para reclamar el cuerpo de su esposa ante la Fiscalía General de Justicia del estado, pero su regreso ha sido en vano.

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