Sazón del Istmo: Los hot cakes de don Julio han conquistado paladares por más de 40 años | VIDEO

En el ´agitado´ mercado Campesino, en el área del Repasto, un puesto se ha convertido en el custodio de un sabor que evoca recuerdos

Agua Dulce | 2024-09-27

En el ´agitado´ mercado Campesino, en el área del Repasto, un puesto se ha convertido en el custodio de un sabor que evoca recuerdos entrañables, se trata de los hot cakes de don Julio Cesar de la Cruz Fabre que han conquistado paladares durante más de 40 años. 

Este establecimiento, símbolo de la tradición culinaria local, no solo ofrece un desayuno, sino un viaje nostálgico para quienes han crecido disfrutando de su inconfundible sabor.

La historia de estos hot cakes inicia en la experiencia de Don César de la Cruz Castro y Josefina Fabre Sánchez, quienes, tras aprender de un cocinero chino en los barcos del puerto en Tabasco, perfeccionaron una receta que ahora es parte fundamental de la identidad gastronómica de Agua Dulce desde hace más de 60 años.

En 1988, su hijo, Julio César de la Cruz Fabre, llevó esa herencia a su propio puesto en el mercado, donde todos los días  sirve este desayuno también conocido como pancakes.

Desde entonces, este negocio familiar ofrece su producto todos los días de 7:00 a 12:00 horas; atrayendo a clientes que ahora, como adultos, recuerdan haber sido llevados de niños por sus padres a disfrutar de este suculento platillo.

El secreto de su sabor no solo radica en la receta, que los dueños han compartido con los clientes, sino en la calidad de los ingredientes, siempre utilizado productos frescos y de primera categoría, además de un comal tradicional que, según los expertos, influye en el sabor final. 

La miel que acompaña a los hot cakes es elaborada por ellos mismos, siguiendo prácticas artesanales que han sido transmitidas a través de los años.

César de la Cruz destaca como uno de los aspectos más gratificantes de su trabajo es el reencuentro con familias que han tenido que salir de Agua Dulce por diversas razones, pero al regresar, no se van sin antes disfrutar de sus hot cakes, lo que reafirma el papel de este platillo que ya es referente en esta ciudad.

En este puesto de hot cakes no solo alimenta, sino que también conserva la memoria colectiva de una ciudad que ha encontrado en cada bocado un refugio de nostalgia y sabor.

Noticias Relacionadas
.
.